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Condenan a Danny Fenster, el periodista estadounidense arrestado por el régimen de Birmania

El reportero, encerrado en una cárcel de la junta militar en Rangún, fue acusado además hace dos días por terrorismo y sedición, cargos que le pueden acarrear una condena de por vida.

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Fenster es el primer periodista occidental detenido en muchos años en Myanmar, donde los militares tomaron el poder en febrero pasado. Foto: AFP

Un periodista estadounidense detenido desde mayo en Myanmar fue condenado este viernes a once años de prisión por la junta militar, que asfixia a la prensa desde el golpe de Estado de febrero en ese país del sudeste asiático. A él se le acusa de distintos delitos, entre ellos violar una ley que castiga a quien trate de deslegitimar al régimen militar.

“Danny Fenster fue condenado a 11 años de detención por incitación a la disidencia, asociación ilegal y vulneración de la ley sobre los visados”, declaró a la AFP su abogado Than Zaw Aung, agregando que su cliente no decidió aún si apelará el fallo.

El reportero, encerrado en una cárcel de la junta militar en Rangún, fue acusado además hace dos días por terrorismo y sedición, cargos que le pueden acarrear una condena de por vida.

Fenster es el primer periodista occidental detenido en muchos años en Myanmar, donde los militares tomaron el poder en febrero derrocando al gobierno civil dirigido de facto por Aung San Suu Kyi.

El medio para el que trabajaba, Frontier Myanmar, afirmó en un comunicado que estaba “profundamente decepcionado” por la decisión tomada en un juicio a puerta cerrada en la prisión. “Solo queremos ver a Danny libre lo antes posible para que pueda ir a casa con su familia”, agregó.

El hombre de 37 años había estado trabajando para Frontier Myanmar desde mediados de 2020 y cubrió el golpe militar y la posterior represión contra la disidencia. Aung San Suu Kyi se encuentra actualmente bajo arresto domiciliario y está siendo juzgada por una serie de delitos.

En el momento de su arresto, en el aeropuerto internacional de Rangún el 24 de mayo, Fenster se disponía a tomar un avión para partir de Myanmar.

El periodista, que contrajo COVID-19 en detención según su familia, perdió mucho peso, afirmó su abogado.

Sentencia “escandalosa”

Esta sentencia es “escandalosa e inaceptable (...) las acusaciones fueron inventadas por completo”, declaró Phil Robertson, vicedirector del departamento Asia de Human Rights Watch.

“Envía un mensaje no solo a los periodistas internacionales (...), sino también a los birmanos de que informar de la situación puede significarles muchos años de prisión”, dijo por su parte a AFP el consultor de Crisis Group Myanmar, Richard Horsey.

“Este régimen no respeta ninguna regla. Está determinado en hacer lo que quiere”, lamentó Horsey. Para él, la condena del periodista es “un gran revés para la diplomacia estadounidense” que ha hecho muchos esfuerzos por su liberación.

En efecto, la condena se produce apenas unos días después de una reunión entre el exdiplomático estadounidense Bill Richardson y el líder de la junta birmana Ming Aung Hlaing. Ambos políticos trataron de la entrega de material sanitario y de vacunas contra la COVID-19.

Richardson declaró que el departamento de Estado estadounidense le había pedido no mencionar el caso del periodista durante la reunión. No ofreció más detalles.

Myanmar se ha sumido en el caos y la inestabilidad desde el golpe de febrero, tras el cual los militares lanzaron una fuerte represión con más de 1.200 personas fallecidas, según una oenegé local.

La prensa ha sufrido también las consecuencias de esta represión, con un mayor control de la información por parte de la junta, un acceso a internet limitado y una revocación de algunas licencias a medios locales.

Más de 100 periodistas han sido detenidos desde el golpe contra Suu Kyi, según Reporting ASEAN, una asociación de defensa de los derechos, que indica que 31 aún siguen en detención.