El Ministerio de Defensa de Argentina ha establecido una prohibición firme sobre el uso del lenguaje inclusivo dentro de las Fuerzas Armadas. Esta medida, anunciada por el titular de Defensa, Luis Petri, marca un punto de inflexión en la política lingüística de las instituciones militares del país gobernado por Javier Milei. La resolución, que apunta a mantener la claridad y la precisión en las comunicaciones oficiales, exige a todos los integrantes de las Fuerzas Armadas seguir las normas establecidas por la Real Academia Española (RAE).
La decisión ha generado distintas reacciones entre la población y los especialistas en lingüística, quienes debaten sobre el impacto de esta medida en la inclusión y la diversidad dentro de los cuerpos militares. Por su parte, el Ministerio de Defensa justifica su postura como necesaria para preservar la eficacia y la uniformidad en la comunicación militar, un aspecto considerado crucial para la operatividad y la seguridad nacional.
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La prohibición impuesta por el Ministerio de Defensa argentino se centra en excluir el uso de terminaciones de género neutro como "e", asterisco, "X" o arroba en lugar de "o" y "a", en todas las formas de comunicación oficial dentro de las Fuerzas Armadas. Esta medida abarca documentos, formularios, manuales y cualquier otro medio de comunicación escrita o verbal. Se insta a seguir las reglas gramaticales tradicionales del idioma español. La normativa se basa en la premisa de que la claridad y precisión son fundamentales para el funcionamiento eficiente de las fuerzas militares, de manera que se evite cualquier posible confusión que pudiera surgir del uso de formas no reconocidas por la RAE.
En la resolución del Ministerio de Defensa, se señala que las comunicaciones oficiales “deben ser breves, claras y concisas de acuerdo con lo que establecen los reglamentos militares correspondientes". Asimismo, añadió que "la precisión y rigurosidad que debe tener cada vocablo utilizado en las operaciones militares exige que se aplique estrictamente lo señalado por la Real Academia Española (RAE) y los reglamentos militares para la escritura y las comunicaciones en el ámbito de la defensa”. Una incorrecta interpretación de las palabras “puede afectar el desarrollo de las operaciones y generar confusión”, se lee en el comunicado.
Resolución del Poder Ejecutivo Nacional de Argentina. Foto: Gobierno de Argentina
El Ministerio de Defensa ha sido claro en su directiva, los detalles específicos sobre las sanciones para aquellos que no acaten la prohibición aún no se han detallado exhaustivamente. Se espera que las consecuencias varíen según la gravedad y la reiteración del incumplimiento. Esto puede incluir desde advertencias formales hasta medidas disciplinarias más severas.
Este cambio en la política lingüística de las Fuerzas Armadas argentinas abre un debate sobre el equilibrio entre la inclusión y la tradición. Mientras algunos ven en esta medida un retroceso en los derechos y la representación de las personas en su diversidad, otros la consideran un paso necesario para mantener la cohesión y la claridad en una institución en la que la precisión es vital.
Esta medida va contra lo que se presenció con el kirchnerismo en Argentina, un período caracterizado por los mandatos presidenciales de Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015), cuando se promovían la inclusión social, la igualdad de género y los derechos de las minorías.