En diciembre del 2022, un padre de familia de Utah (Estados Unidos) denunció a la Biblia del rey Jacobo de "no tener 'valores serios para los menores' porque es pornográfica, según nuestra nueva definición", en referencia a la reciente ley de prohibición libresca.
El legislador del estado había rechazado en primera instancia la solicitud de retirada del texto 'sagrado', pero cambió de parecer la última semana de mayo. Calificó a la Biblia como una "lectura desafiante". "Tradicionalmente, en Estados Unidos, la Biblia se enseña mejor, y se entiende mejor, en el hogar y alrededor de la chimenea en familia", escribió en Facebook.
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El distrito escolar de Davis resolvió ordenarle a la escuela retirar los siete ejemplares que tenían en sus estanterías. La institución educativa informó de la pretérita exclusión del texto en los planes de estudios. Los restantes estarán disponibles para el nivel secundario.
El comité no encontró pasajes que contengan, como aseguró el padre, "vulgaridad o violencia". Medios de comunicación locales especulan que, con la ley del 2022, el conservadurismo pretende censurar lecturas de educación sexual y orientación de género. La Biblia está lejos de ser incluyente en términos progresistas, justamente uno de los valores más criticados por la derecha.
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Utah no es el único estado de EE. UU. que prohibió la Biblia. Kansas se encuentra en trámite y, en el 2022, una biblioteca escolar de Texas retiró los escritos.