
La Fiscalía de Bydgoszcz acusó formalmente por asesinato a un inmigrante colombiano de 29 años que confesó haber matado a un hombre polaco en la localidad de Nowe, en el norte de Polonia. El hecho ocurrió la madrugada del 6 de julio tras una riña que se desató fuera de un bar.
El sospechoso, identificado como Richard M., enfrenta cargos que podrían derivar en cadena perpetua. Según informes policiales, el conflicto dejó un muerto y al menos dos heridos. Las autoridades arrestaron a 13 personas, entre ellas 10 colombianos. El caso ha generado una fuerte reacción social y renovadas protestas contra la inmigración.
El incidente se produjo cerca de las 2:15 a. m., cuando la policía recibió el aviso de una pelea violenta frente a un establecimiento nocturno. Al llegar, los agentes notaron que un vehículo Hyundai abandonaba la escena a alta velocidad. Durante la persecución, el conductor del automóvil intentó sacar de la vía a un coche patrulla, lo que provocó una colisión.
Cuatro individuos huyeron a pie, pero fueron rápidamente capturados. Todos se encontraban bajo efectos del alcohol, según el informe oficial. En total, 13 personas fueron detenidas: diez ciudadanos colombianos y tres polacos.
Los inmigrantes, que trabajaban en una planta procesadora de carne, vivían en un hostal cercano. El principal acusado fue arrestado horas después en un dormitorio compartido. La fiscal Agnieszka Adamska-Okońska confirmó que Richard M. confesó el crimen durante un interrogatorio formal realizado con presencia de un intérprete.
El asesinato del ciudadano polaco desencadenó protestas espontáneas en Nowe. Decenas de personas salieron a las calles para exigir mayores controles migratorios y denunciar la inseguridad que, según ellos, generan los trabajadores extranjeros.
“El pueblo está conmocionado. Todo el mundo habla de esa fatídica noche”, dijo un vecino al medio Super Express. Otro residente, de 76 años, aseguró que se trataba del primer asesinato en décadas en la localidad.
Las marchas fueron documentadas por el parlamentario Vladimir Skalik, quien publicó imágenes de los manifestantes en redes sociales. “Los residentes exigen que las autoridades pongan orden en el asunto de los inmigrantes”, afirmó.
Ante la creciente tensión, el alcalde Czesław Woliński hizo un llamado a la calma y aseguró que los albergues de trabajadores migrantes están bajo vigilancia policial permanente. Sin embargo, la presión social ha ido en aumento: el domingo, cerca de 100 personas se congregaron en la plaza central de Nowe y gritaron consignas contra los inmigrantes ilegales.

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