
En las últimas semanas de junio, las protestas en diversas ciudades de Estados Unidos contra las redadas del ICE generaron un clima de tensión y preocupación entre los inmigrantes. La creciente intervención de la Guardia Nacional y los marines alertaron a la comunidad, pues muchos temen que su participación en estas manifestaciones pueda acarrear consecuencias legales graves, incluso la pérdida de la Green Card o la cancelación de visas.
El abogado de inmigración, Ezequiel Hernández, explicó que, aunque la Constitución protege el derecho a la protesta pacífica, cualquier involucramiento en actos violentos o que interfieran con las autoridades federales podría derivar en graves problemas legales para los inmigrantes. Esta situación afecta tanto a residentes permanentes como a quienes poseen visas de trabajo, estudiantes o turistas.
Los inmigrantes con Green Card deben tener especial precaución cuando se trata de participar en protestas. Aunque la ley estadounidense generalmente no deporta a los residentes permanentes por delitos menores, situaciones que impliquen violencia o alteración del orden público pueden cambiar este panorama. Por ejemplo, si durante una manifestación se bloquean agentes federales o se interfiere con su trabajo, este tipo de conducta podría ser vista como una violación grave. Esto podría derivar en un cargo de “Harboring Illegal Aliens” (albergar a inmigrantes ilegales), lo cual pone en peligro la residencia permanente.
Además, aunque los residentes permanentes tienen derechos para protestar, la interpretación de sus acciones por parte de las autoridades podría ser determinante. Participar en protestas violentas o incluso en incidentes donde se interfiera con las labores de la policía federal puede desencadenar investigaciones o incluso procesos judiciales. Estos procesos pueden ser lo suficientemente graves como para que se inicie un procedimiento de deportación, afectando así su estatus migratorio.
Para los inmigrantes que residen en Estados Unidos con una visa, las consecuencias de participar en una protesta pueden ser aún más severas. Las visas de turista, estudiante o trabajo están sujetas a estrictas condiciones y, al ser arrestado en una manifestación, un inmigrante podría enfrentarse a la cancelación inmediata de su visa. En estos casos, el arresto puede considerarse una violación de las condiciones bajo las cuales se otorgó la visa, lo que desencadenaría en su revocación.
Además, la situación se complica para aquellos que están en espera de un trámite migratorio, como los que solicitan la Visa U, diseñada para personas víctimas de crímenes. Si un inmigrante con este tipo de visa se ve involucrado en una protesta y se encuentra detenido, esto podría afectar gravemente el proceso de su solicitud. En el peor de los casos, podrían ser deportados o ser sometidos a un proceso de detención por parte del ICE.

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