El papa Francisco solicitó a la comunidad internacional a prestar atención a la crisis en Venezuela, enfatizando la necesidad de respetar los derechos humanos y poner fin a la violencia. Durante su tradicional mensaje de inicio de año dirigido a los embajadores acreditados ante la Santa Sede, el Sumo Pontífice abordó la “grave crisis política en la que se debate” el país, haciendo un llamado a la solidaridad y la acción para aliviar el sufrimiento de los venezolanos.
Asimismo, destacó la importancia de la paz y el diálogo en la búsqueda de soluciones a los problemas que enfrentan debido al régimen de Nicolás Maduro, instando a los líderes mundiales a trabajar juntos para restaurar la dignidad y defender los derechos de los venezolanos. Solicitó también superar la situación “al rechazo de cualquier tipo de violencia” y deseó “el comienzo de negociaciones de buena fe y finalizadas al bien común del país”.
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El papa Francisco destacó la necesidad de un esfuerzo colectivo que permita enfrentar las complejas problemáticas humanitarias y políticas que atraviesa el país.
Seguidores de la oposición se reunieron para protestar contra el régimen de Nicolás Maduro. Foto: AFP
“Es fundamental que se respeten los derechos humanos y se garantice la seguridad de todos los ciudadanos”, señaló el Sumo Pontífice, resaltando que la violencia únicamente agrava el sufrimiento y perpetúa la inestabilidad social. Este mensaje busca generar conciencia sobre la situación venezolana y promover la búsqueda de soluciones pacíficas y sostenibles.
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En su discurso se refirió a aquellos que sufren en Venezuela, recordando que la crisis afecta a los más vulnerables, incluidos niños y ancianos.
“No podemos permanecer indiferentes ante el sufrimiento de nuestros hermanos y hermanas”, afirmó, haciendo eco de las voces de millones de venezolanos que padecen la falta de acceso a alimentos, medicinas y servicios básicos. Con esto se refuerza la necesidad de abordar la situación con urgencia, dejando de lado las diferencias políticas para priorizar la dignidad humana.
A pesar de la grave situación, el papa Francisco transmitió un mensaje de esperanza, afirmando que el diálogo y la reconciliación son posibles.
“La paz es un camino que debemos recorrer juntos, con valentía y determinación”, concluyó, invitando a todos a trabajar por un futuro donde los derechos humanos sean respetados y la violencia sea cosa del pasado.