Abu Mohammed al-Jolani, líder de los rebeldes sirios Hayat Tahrir al-Sham (HTS) ha instado a sus combatientes a alistarse para la ofensiva final en Damasco. El grupo islamista anunció que ha comenzado a rodear la capital, mientras el gobierno desmintió cualquier retirada y negó que el presidente Bashar al Asad haya dejado la capital.
En un comunicado, al-Jolani enfatizó que “Damasco los espera”, en una inminente escalada en el conflicto. El Ejército ha desmentido rumores sobre una retirada de sus posiciones en el suroeste de la ciudad.
El comandante rebelde Hasan Abdel Ghani, integrante de la alianza encabezada por el grupo islamista HTS, declaró: "Nuestras fuerzas han iniciado la fase final de cercar la capital, Damasco". Esta ofensiva, que se lanzó la semana pasada, ha generado tensiones en la región y ha puesto en jaque la estabilidad del gobierno sirio.
Las fuerzas del gobierno sirio han cedido el control de la provincia de Daraa, al sur del país, y han evacuado posiciones en Quneitra, una zona cercana a los Altos del Golán, que fueron anexados por Israel, de acuerdo con la ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
En la región de Homs, los bombardeos realizados por la aviación gubernamental y la de Rusia resultaron en la muerte de al menos siete civiles durante los enfrentamientos que buscan detener el avance de los grupos rebeldes en las cercanías de esta ciudad, según informó AFP.
Desde el inicio de la ofensiva de Hayat Tahrir al-Sham el 27 de septiembre, el gobierno ha perdido rápidamente el control de Alepo, la segunda ciudad más grande de Siria, así como de Hama, en el centro del país.
Además, la pérdida de Daraa, un lugar emblemático del levantamiento contra el régimen en 2011, ha sido confirmada por los informes del OSDH, una organización con sede en el Reino Unido que opera a través de una extensa red de informantes en el terreno.
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El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, expresó a través de su plataforma Truth Social que su Gobierno no debería "involucrarse" en la crisis que atraviesa Siria, donde los grupos rebeldes han comenzado a cercar la capital, Damasco.
"Siria es un desastre, pero no es nuestro amigo, y Estados Unidos no debería tener nada que ver con ello. Esta no es nuestra lucha. Dejemos que (la situación) se desarrolle. No nos involucremos", escribió Trump, minutos antes de su reunión con el presidente francés, Emmanuel Macron, en el Palacio del Elíseo de París.
Rusia, aliada cercana del régimen de Bashar al Asad, calificó de "inaceptable" la posibilidad de que Siria sea controlada por "terroristas", según declaró el canciller ruso, Serguéi Lavrov.
"Es inaceptable permitir que un grupo terrorista tome el control de territorios, a comenzar porque la resolución 2254 del Consejo de Seguridad de la ONU reafirma firmemente la soberanía, la integridad territorial y la unidad de la República Árabe Siria", declaró Lavrov.