Pekín ha manifestado su descontento tras la reciente aprobación por parte de Estados Unidos de un paquete de armas para Taiwán, valorado en 385 millones de dólares. La respuesta de China incluye la promesa de tomar "contramedidas decididas" para salvaguardar su soberanía y sus intereses de seguridad.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de China ha calificado esta acción como una violación de su soberanía y advirtió que afectará negativamente las relaciones entre ambos países. Pekín ha instado a Washington a cesar de inmediato el suministro de armamento a Taiwán y a dejar de apoyar a las fuerzas separatistas que buscan la independencia de la isla.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de China ha expresado su firme oposición a la venta de armas por parte de EE. UU. a Taiwán, y argumentó que esta acción socava la soberanía y los intereses de seguridad de China. En un comunicado, el ministerio afirmó que las ventas violan el derecho internacional y envían un mensaje erróneo a las fuerzas separatistas que abogan por la independencia de Taiwán.
“China tomará medidas enérgicas para contrarrestar con determinación y defender con firmeza la soberanía nacional, la seguridad y la integridad territorial”, declaró el ministerio, que enfatizó que la venta de armas es inconsistente con los compromisos asumidos por los líderes estadounidenses de no apoyar la independencia de Taiwán.
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La Agencia de Cooperación de Seguridad de Defensa del Pentágono (DSCA) anunció que el Departamento de Estado de EE. UU. aprobó la venta de repuestos y apoyo para aviones de combate F-16, así como equipos de radar, por un total de 320 millones de dólares. Esta acción ha sido justificada por EE. UU. como un apoyo a los esfuerzos de Taiwán para modernizar sus fuerzas armadas y mantener una capacidad defensiva creíble.
La DSCA argumentó que la venta favorece los intereses nacionales, económicos y de seguridad de EE. UU., contribuyendo a la estabilidad política y el equilibrio militar en la región. Sin embargo, Pekín ha calificado esta justificación como inaceptable, reiterando su llamado a EE. UU. para que cese el suministro de armas a Taiwán.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China ha subrayado que la venta de armas no solo infringe la soberanía de China, sino que también divide la tendencia hacia la independencia de Taiwán. Pekín ha instado a Washington a reconsiderar su postura y a no incitar a las fuerzas separatistas en la isla.