Un país de Sudamérica ha dado un paso estratégico para modernizar su defensa marítima mediante la adquisición de tres submarinos de ataque Clase Scorpene de última generación. La operación, que contempla una inversión superior a los US$2.300 millones, representa un esfuerzo histórico por reforzar su fuerza naval, actualmente en proceso de recuperación tras años de limitaciones operativas.
Este acuerdo preliminar, alcanzado con una potencia europea, destaca por su importancia en el ámbito geopolítico de la región. Los submarinos seleccionados, reconocidos por su tecnología avanzada y capacidades de ataque, prometen mejorar significativamente la vigilancia y protección en una de las zonas marítimas más extensas y estratégicas del continente.
Argentina, una de las principales potencias de Sudamérica, se encuentra en pleno proceso de modernización de su fuerza militar. La falta de submarinos operativos tras el accidente del ARA San Juan dejó a la Armada sin una herramienta clave para vigilancia, reconocimiento y disuasión. Según fuentes oficiales, este acuerdo con Francia es el primer paso concreto para devolver a la fuerza submarina argentina un rol estratégico en la región.
Los submarinos Scorpene destacan por su capacidad para realizar operaciones de vigilancia, guerra antisubmarina y protección de infraestructuras estratégicas. Foto: Universitam
La negociación entre los gobiernos de Javier Milei y Emmanuel Macron, reforzada por la presencia de Sébastien Lecornu, ministro francés de las Fuerzas Armadas, subraya la relevancia geopolítica del acuerdo. Aunque la firma no es vinculante, representa una intención clara de avanzar hacia la ejecución de esta compra histórica.
Los submarinos Scorpene, fabricados por la empresa francesa Naval Group, son reconocidos por su tecnología avanzada y su capacidad de operar de forma sigilosa. Estas unidades diésel-eléctricas están diseñadas para realizar misiones de vigilancia, guerra antisubmarina y protección de infraestructuras críticas.
Equipados con sistemas de combate de última generación y capacidad para desplegar torpedos y misiles, los Scorpene son ideales para un litoral extenso como el argentino. Su diseño modular permite personalizar los equipos según los requisitos de la Armada, lo que los hace superiores a otras opciones, como los submarinos alemanes Tipo 209NG.
La ubicación estratégica de Argentina en el Atlántico Sur la convierte en un actor crucial en el control de rutas marítimas internacionales y recursos naturales. Un submarino de ataque como el Scorpene garantiza no solo la capacidad de vigilancia y disuasión, sino también la protección de los derechos soberanos en su Zona Económica Exclusiva.
La inversión en estas unidades no solo refuerza la defensa marítima, sino que proyecta a Argentina como un referente en Sudamérica en términos de poder naval. Este tipo de capacidades submarinas disuade amenazas y consolida la presencia argentina en el escenario regional, algo que carecía desde la pérdida de su último submarino operativo.