En medio de la crisis global de biodiversidad, donde áreas protegidas se ven amenazadas por la deforestación, el cambio climático y la expansión industrial, un país de América Latina ha logrado un importante hito: destacarse entre las mejores naciones del mundo en la conservación de su patrimonio natural. Este pequeño territorio, a pesar de sus desafíos ambientales, ha implementado políticas que lo colocan en el décimo lugar del Índice de Conservación de la Naturaleza (NCI).
El NCI, una herramienta lanzada recientemente por BioDB.com en colaboración con la Universidad Ben-Gurion del Néguev, evalúa los esfuerzos de conservación de 180 países en función de 25 indicadores clave, como la cobertura de áreas protegidas, las especies en riesgo y las leyes ambientales. Este análisis ha puesto en evidencia que, mientras grandes países de la región luchan por mantener su biodiversidad, uno ha sobresalido por encima de los demás.
Costa Rica ha conseguido posicionarse como el líder en conservación de la naturaleza en América Latina, y entre los 10 primeros a nivel mundial. Con un puntaje de 64.4 sobre 100, se destaca por su amplia red de áreas protegidas y un fuerte marco legal de conservación de la biodiversidad.
A pesar de su pequeño tamaño, Costa Rica alberga cerca del 5% de la biodiversidad mundial, una cifra impresionante para un país que cubre apenas 51.100 km². Gran parte de este éxito se debe a la gestión de su Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC), que protege más del 25% de su territorio a través de 28 parques nacionales, 58 refugios de vida silvestre y otras áreas reservadas. El compromiso del país va más allá de proteger sus recursos, también promueve prácticas sostenibles en sectores como la energía y el turismo, lo que refuerza su posición como referente mundial.
Sin embargo, no toda la región sigue el mismo camino. El Índice de Conservación de la Naturaleza también destaca los retos que enfrentan países como Argentina, que, a pesar de sus vastas áreas naturales, se encuentra rezagado en sus esfuerzos por proteger sus ecosistemas. En Argentina, la deforestación y la expansión agrícola no regulada han sido las principales causas de la degradación ambiental, afectando seriamente la supervivencia de especies en riesgo y reduciendo la efectividad de las áreas protegidas.
Al igual que en otras naciones de América Latina, las amenazas a la biodiversidad en Argentina incluyen el cambio climático, la sobreexplotación de recursos y la fragmentación del hábitat. Estos problemas subrayan la necesidad de un mayor compromiso y colaboración internacional para mitigar los daños y revertir las tendencias negativas que afectan tanto al medio ambiente como a las especies que lo habitan.