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La isla poblada más lejana está en Sudamérica: tiene una construcción candidata a maravilla del mundo

Esta enigmática isla de Sudamérica es hogar de majestuosas estructuras históricas que fueron candidatas a ser una nueva maravilla del mundo.

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El lugar es nombrado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco ofrece más que ser un espacio turístico. Foto: Composición LR/Anakena | Foto: Composición LR/Anakena

En medio del océano Pacífico, a miles de kilómetros de la costa continental, se alza esta isla poblada considerada como la más alejada del mundo, con más de 3.000 km de distancia del lugar más cercano. Este rincón remoto de un país de Sudamérica resalta dentro de la región, al capturar el interés de los viajeros y los estudiosos, ya que tiene una configuración única que estuvo por ser parte de las maravillas del mundo moderno.

El lugar nombrado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco ofrece más que ser un espacio turístico, puesto que permite la experiencia de un viaje a la cultura ancestral de la nación sudamericana. La isla destaca por su aislamiento geográfico y por ser un testimonio vivo del ingenio humano y la conexión profunda con la naturaleza. Cabe indicar que, a pesar de tener población, la cantidad de habitantes no supera las 10.000 personas.

La isla poblada más lejana del mundo está en Sudamérica

A 3.800 km de la costa de Chile, la Isla de Pascua figura como el punto aislado con mayor población del mundo. Esta isla volcánica, cuyo nombre indígena, Rapa Nui, evoca su rica herencia cultural, se erige como un emblema de la exploración humana y la supervivencia en condiciones extremas en Sudamérica. La isla pertenece a la República de Chile, como un “territorio especial”.

La Isla de Pascua del continente sudamericano es mayor que la que existe entre algunos países europeos. Foto: Perú.com.

Foto: Perú.com.

La distancia que separa a la Isla de Pascua del continente sudamericano es mayor que la que existe entre algunos países europeos. Este aislamiento fomentó el desarrollo de una biodiversidad y una cultura únicas, protegidas por kilómetros de océano en todas direcciones, lo que convierte a Rapa Nui en una joya de la naturaleza y la historia humana. Su forma triangular tiene una superficie total apenas mayor a los 160 km².

La Isla de Pascua ofrece un espectáculo cultural y natural incomparable. Desde sus playas de arena blanca, como Anakena, hasta la exploración de los cráteres de sus volcanes apagados. El único centro poblado y capital es Hanga Roa, hacia el sur, sobre el margen oeste de la isla. La mejor época para visitarla es entre diciembre y mayo, aunque quienes busquen evitar las multitudes deberían considerar los meses de abril y noviembre.

Isla de Pascua, dueña de una candidatura a maravilla del mundo

Ubicado en la remota Polinesia, la Isla de Pascua alberga más de 900 moáis, cuya existencia y propósito continúan siendo un misterio fascinante para el mundo. A pesar de no alcanzar el título de maravilla del mundo, la isla sigue siendo la cosmovisión de la etnia Rapanui y ofrece una ventana única a una de las culturas más intrigantes de la humanidad.

La isla de Pascua se encuentra en el continente de Oceanía. Foto: National Geographic

Los moáis, que casi lograron ser nombrados como una de las nuevas maravillas del mundo, aún son objeto de estudio y admiración. Cada estatua posee características únicas y se cree que fueron creadas para proteger a las comunidades y preservar la memoria de los antiguos habitantes de la isla. Su construcción y traslado se mantiene como un misterio, lo que añade un elemento de fascinación a estos monumentos.

Se encuentra a más de 3.500 kilómetros de la costa de Chile y es una de las islas habitadas más aisladas del mundo. Foto: Pexels

Rapa Nui es importante por sus moáis, por su patrimonio cultural inmaterial, que incluye la lengua, las tradiciones y las festividades como el Tapati, un festival que celebra la cultura rapanui. La isla ofrece una ventana única a un pasado remoto, que invita a reflexionar sobre la relación del ser humano con su entorno y la trascendencia de sus creaciones a través del tiempo.