En Estados Unidos, un migrante venezolano identificado como Yanni Cordero y su hijo de solo un año fueron víctimas de golpes y descargas eléctricas por parte de oficiales de policía de Nueva York, miembros de la Guardia Nacional y guardias de seguridad en un albergue para migrantes en Queens, debido a una presunta denuncia de violencia dentro del refugio.
"Electrocutaron mi mano para que soltara al niño y me doblaron la otra para ponerme las esposas (...) Así y todo, con una mano esposada, yo sostenía a mi niño", declaró Cordero, de 47 años, a Noticias Telemundo.
El incidente fue registrado en video el viernes 8 de marzo y desencadenó críticas por parte de entidades a favor de los derechos de los migrantes, al mostrar cómo varios agentes agredían y utilizaban dispositivos de descarga eléctrica contra un migrante que tenía en brazos a su hijo de un año.
"Estamos horrorizados con este incidente en el refugio. Una vez más, vemos cómo la policía usa la violencia contra los solicitantes de asilo", manifestó Make The Road.
Por otro lado, el alcalde de Nueva York, Eric Adams, defendió las acciones de los agentes policiales al asegurar que Cordero estaba bajo los efectos del alcohol y con un niño en brazos. En ese sentido, era deber de los oficiales apartar al niño para que no estuviera en peligro.
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, aseguró que los agentes involucrados en el hecho de violencia policial, dentro de un refugio para migrantes, actuaron apropiadamente. Foto: El País
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Como se afirmó en un primer momento, la policía local informó que recibió una llamada que reportaba a un hombre en estado de ebriedad, el cual amenazaba al personal del refugio y era acusado de haber estado involucrado en un hecho de violencia familiar.
Sin embargo, Cordero reveló que en verdad había salido del refugio para comprar la cena para su familia, dado que no estaba acostumbrado a la comida proporcionada por el albergue. No obstante, al regresar con la comida, el gerente del refugio le bloqueó el paso y le impidió el ingreso.
Además, mencionó que intentó comunicarse con el empleado a través de una aplicación de traducción en su teléfono móvil, pero, al no poder entenderse, el empleado solicitó la asistencia de otro colega, quien se irritó con Cordero y, sin previo aviso, lo golpeó en la cara.
Cordero asegura que, en ese momento, intentó no responder físicamente al ataque, pero sí confrontó verbalmente al empleado en español. Posteriormente, el trabajador solicitó apoyo policial, alegando que el hombre mostraba signos de embriaguez y profería amenazas.
Por otro lado, un video grabado por un residente del albergue muestra a Cordero con su hijo en brazos enfrentándose físicamente con los agentes que intentaban detenerlo. 'Suéltenlo, es un abuso, esto es un abuso, hermano', exclamaban algunos testigos. Durante el incidente, se escuchó en dos ocasiones el sonido de una pistola eléctrica en funcionamiento.
Al presenciar lo ocurrido, la pareja de Cordero, Andrea Parra, trató de intervenir y esquivó a los policías para recoger al niño de un año. Luego de ello, se enfrentó con las autoridades.
Parra y Cordero fueron liberados 24 horas después y reubicados en otro refugio. Foto: Telemundo
Finalmente, Cordero fue detenido y enfrenta cargos por resistencia al arresto, conducta desordenada y agresión. De manera simultánea, Parra fue arrestada bajo las acusaciones de obstrucción a la labor policial y resistencia al arresto. Cabe mencionar que sus 3 hijos fueron retenidos.
De forma independiente, la Coalición de Inmigración de Nueva York criticó el accionar de la Policía y del personal del refugio.
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Mientras Yanni Cordero, el migrante afectado, refutó las acusaciones de haber estado bajo los efectos del alcohol, las autoridades de la ciudad de Nueva York comenzaron una investigación sobre el incidente, según confirmó la administración sin proporcionar detalles adicionales sobre los oficiales implicados.
En cuanto a los menores involucrados, fueron puestos bajo la custodia de servicios de protección infantil durante el periodo de detención de sus padres; no obstante, Cordero y Parra lograron reunirse con sus hijos el martes pasado.
Posterior al suceso, la familia fue reubicada en un albergue situado en Brooklyn y ha solicitado una revisión exhaustiva de las grabaciones de seguridad del establecimiento, así como de las cámaras corporales de los agentes. Esta solicitud tiene como objetivo esclarecer los hechos y restaurar su reputación.