La superioridad militar y naval es el símbolo del poderío y la influencia global, un reciente estudio ha sacudido las percepciones tradicionales. Un país de Europa ha sido clasificado recientemente como el líder en términos de capacidad de defensa, superando a superpotencias tradicionales como Estados Unidos y China. Este logro destaca no solamente por la intensificación de sus esfuerzos para expandir y modernizar su arsenal, sino también por cómo altera el equilibrio estratégico global.
La clasificación elaborada por Global Fire Power (GFP) se basa en un análisis detallado de múltiples factores, resaltando la posesión de activos navales como buques de guerra, submarinos y portahelicópteros. Este estudio demuestra que la capacidad de proyección de fuerza marítima trasciende la mera cantidad de embarcaciones; aspectos como la calidad, la tecnología integrada y la eficiencia operacional son determinantes cruciales.
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Rusia, con su estratégica inversión en defensa y modernización de su armada, ha logrado superar a Estados Unidos y China, tradicionalmente vistos como líderes indiscutibles en capacidad naval. La actualización de sus sistemas de armas, la incorporación de tecnología de punta y una doctrina militar que enfatiza la versatilidad y la capacidad de proyección de fuerza han sido claves en este lograr el objetivo de destacar a nivel mundial.
Las 145 potencias mundiales que ponen a examen reciben una puntuación. Aunque recibir la nota máxima es "inalcanzable de forma realista", según Global Firepower. Foto: AFP
La superioridad de Rusia en el ámbito naval no se mide únicamente en el número de barcos, sino en la calidad y capacidad tecnológica de sus flotas. Aunque las cifras exactas varían, lo cierto es que en términos de eficacia operativa y capacidad de combate, la nación rusa ha establecido un margen significativo sobre Estados Unidos y China, especialmente en aspectos como la guerra submarina y la defensa costera.
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Las principales tecnologías que han permitido a Rusia obtener el liderazgo en fuerza naval incluyen avances en submarinos nucleares y convencionales, misiles hipersónicos y sistemas de guerra electrónica. Estas capacidades mejoran significativamente la efectividad de combate y la proyección de poder de la armada rusa.
En la lista, se incluye buques de guerra, incluidos portaviones, submarinos, portahelicópteros, entre otros. Foto: AFP
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Para recuperar su liderazgo naval, Estados Unidos y China están invirtiendo significativamente en la modernización de sus flotas, la incorporación de tecnologías avanzadas y el desarrollo de nuevas capacidades de proyección de fuerza. Esto incluye la construcción de buques de guerra más sofisticados, el aumento de sus capacidades en guerra cibernética y espacial y la mejora en sistemas de defensa antimisiles. Ambos países también amplían su presencia naval en regiones estratégicas para asegurar sus intereses a nivel global.
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Estados Unidos continúa liderando la clasificación de las naciones más influyentes del mundo, destacando por su dominio militar, solidez económica y progresos en tecnología. Diversos análisis sociológicos, que consideran indicadores como el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita, el impacto político global, la fortaleza financiera en el ámbito del comercio internacional, la potencia militar y el vínculo con sus aliados, han resultado en la identificación de los siguientes diez países como los más poderosos en el panorama actual:
Este fenómeno demuestra cómo distintas naciones adoptan enfoques diversos en materia de seguridad. Algunos se apoyan en acuerdos regionales, mientras que otros carecen de fuerzas militares convencionales. Cada país ha desarrollado estrategias únicas para satisfacer sus necesidades de defensa, ajustándose a sus realidades particulares.