La NASA ha iniciado la construcción de lo que podría ser el primer avión supersónico en surcar el cielo en más de dos décadas. El X-59, un nuevo avión de la agencia de 100 pies de largo conocido como "hijo de la Concordia", tiene la capacidad de volar a 937 millas por hora, más rápido que la velocidad del sonido.
El avión de 247,5 millones de dólares podría volar de Londres a Nueva York en menos de cuatro horas si está autorizado para viajes comerciales, pero principalmente sin emitir un fuerte "estruendo sónico" como lo hizo el Concorde.
En comparación con el Concorde, el motor del X-59 está ubicado en la parte superior del barco para producir un "golpe" más silencioso. El X-59 tiene una parte delantera que mide casi un tercio de su longitud, lo que evita las ondas de choque que normalmente genera un avión supersónico, lo que genera un estallido sónico.
Después de que la MACETA le adjudicó un contrato de diseño de 247,5 millones de dólares en 2016, la empresa aeroespacial estadounidense Lockheed Martin comenzó a trabajar en el X-59. El viernes, en la división Skunk Works de Lockheed Martin en Palmdale, California, los dos socios presentaron el nuevo avión futurista.
La cabina del X-59 está situada casi a la mitad de la longitud del avión y no tiene ventana orientada hacia delante debido a su extraña configuración. En lugar de eso, los ingenieros crearon un "sistema de visión externa", que consiste en una serie de cámaras de alta resolución que alimentan un monitor 4K en la cabina.
La NASA ha anunciado que el avión despegará por primera vez a finales de este año, lo que seguirá a su primer vuelo supersónico silencioso. Los ingenieros probarán el avión en Skunk Works antes de trasladarlo al Centro de Investigación de Vuelo Armstrong de la NASA en California, que será su base de operaciones.
El objetivo final del X-59 es eliminar los estallidos sónicos ruidosos que resonaron en las ciudades durante la era del Concorde, y mientras viaja a velocidades de Mach 1,4 no se emita un sonido eléctrico ni cuando las ondas de choque de un objeto que viaja por el aire más rápido que la velocidad del ruido se combinen antes de llegar al suelo.
Los estampidos sónicos producen una gran cantidad de energía sonora, aproximadamente 110 decibelios, similar al sonido de una explosión o un trueno. El público describió con frecuencia los fuertes estruendos que se escuchaban cada vez que un Concorde rompía la barrera del sonido como perturbadores, lo que indicaba que nunca reemplazó a los aviones convencionales.