Javier Milei, el candidato presidencial de Argentina, adelantó que si llega al gobierno no hará "pactos con comunistas" en relación directa a la idea de cortar los lazos con las administraciones de China y Brasil. Además, fue tajante al mencionar que esos países "serán socios comerciales del sector privado".
Las expresiones de Milei generan una situación compleja para Argentina, ya que el actual mandato liderado por Alberto Fernández firmó en marzo de 2022 la adhesión al acuerdo de la Franja y la Ruta, una estrategia de China para ampliar los proyectos de energía y los fondos para obras de infraestructura. La nación asiática acaba de autorizar el uso de fondos del swap de yuanes para pagar vencimientos de Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“No promovería las relaciones con comunistas, ni con Venezuela, ni con Cuba, ni con Nicaragua, ni con China”, agregó el candidato libertario, que suele criticar a los países en mención y dejó en claro que su prioridad serán los vínculos “con las democracias del mundo”, con Estados Unidos e Israel a la cabeza de sus preferencias.
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La respuesta de Beijing no se hizo esperar. La Cancillería de China emitió un comunicado en el que instó a invitarlo a visitar el país asiático para que "llegue a conclusiones muy diferentes sobre la cuestión de la libertad y seguridad del pueblo chino".
Asimismo, el vocero de la Cancillería de China, Wang Wenbin, indicó en rueda de prensa que sería positivo que Milei visite China para conocer realmente lo que pasa, al ser consultado sobre las declaraciones del candidato argentino.
"Si el Sr. Milei visita China y experimentara por sí mismo, es probable que llegue a conclusiones muy diferentes sobre la cuestión de la libertad y seguridad del pueblo chino", sostuvo el funcionario.
A la vez, en un tono de notable confrontación con Milei, agregó: "La libertad es un contenido importante de los valores compartidos por toda la humanidad y de los valores fundamentales del socialismo. China es un estado de derecho, y la libertad personal de los ciudadanos chinos está protegida por la Constitución y es inviolable".