La ola de violencia en Ecuador no es ajena al ámbito de las campañas políticas. Los vínculos poderosos que hay entre las bandas criminales en el ámbito internacional hacen que los episodios de ataques sigan permaneciendo en el tiempo. Al respecto, la pregunta que muchos hacen es la siguiente: ¿cuáles son las bandas criminales con más poderes en el país ecuatoriano?.
Pese a que las investigaciones apenas se han iniciado, hay motivos de sobra para sospechar que el último crimen contra el ex candidato presidencial ecuatoriano, Fernando Villavicencio, fue responsabilidad de alguna de las poderosas organizaciones delictivas que operan desde las prisiones en este país sudamericano.
Una investigación de InSight Crime —fundación dedicada al estudio y a la investigación de amenazas para la seguridad nacional y la ciudadana en América Latina y el Caribe— ha proporcionado informes periódicos, análisis y estudios sobre el tema y también de los esfuerzos de los estados para combatirlo.
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Los Choneros, los Lobos, los Largartos, entre otras bandas no solo se disputan el liderazgo de las cárceles de Ecuador, sino también pelean por liderar el mercado del narcotráfico, que va en aumento. Según cifras del Ministerio de Gobierno de este país, la Policía Nacional habría decomisado 128,4 toneladas de droga, la mayor incautación en la última década.
Cárceles en Ecuador dominadas por bandas criminales. Foto: EFE
“Las bandas necesitan mantener el control, especialmente, en las diversas cárceles de Guayaquil, pues ahí está la principal ruta y el punto de partida: el golfo de Guayaquil y el puerto de Guayaquil. De allí sale más de la mitad de toda la cocaína que ingresa desde Colombia”, explica el ex jefe de inteligencia, Mario Pazmiño.
Esta banda es considerada la segunda más grande del país, pues tendrían unos 8.000 integrantes. Además, han participado en varios de los motines que se organizaron en 2022 y que dejaron como saldo más de 400 muertos en el país, según InsightCrime.
Esta agrupación nació como división de Los Choneros, que hasta no hace mucho era considerado el grupo criminal más importante en el país sudamericano, agregó el medio especializado en el estudio de la violencia criminal en la región. Aunque originalmente su área de acción se limitaba a las zonas montañosas y selváticas del sur de Ecuador, Los Lobos comenzaron a expandirse hasta llegar a la zona costera de Guayaquil.
Cárceles en Ecuador dominada por bandas criminales. Foto: EFE
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Desde el año 2016, el grupo y sus aliados proveen armas y seguridad para el cartel mexicano Jalisco Nueva Generación, el cual controla parte de las rutas de cocaína en Ecuador. Sin embargo, InsightCrime asegura que esta banda, junto a los Chone Killers y Los Tiguerones, habría formado otra organización llamada Nueva Generación, la cual habría perpetrado varios ataques contra líderes y territorios controlados por Los Choneros.
Aunque la facilitación del tráfico de drogas y la extorsión desde las cárceles son sus principales actividades, en los últimos años han encontrado en la extracción ilegal de oro otra fuente de ingresos para el sector. Se menciona que cobran un impuesto de 10% a los mineros que operan ilegalmente en el norte del país.
Esta organización criminal ha contado con entre 12.000 y 20.000 miembros en su momento cumbre y ha logrado ser la banda criminal más importante de Ecuador. Nació en los años 90 en la ciudad de Chone. De allí se extendió a otras localidades a las orillas del Pacífico.
Oficialmente, las autoridades la identificaron como un brazo armado de un cartel colombiano que buscaba controlar las rutas de tráfico marítimas hacia Estados Unidos y México. También tendría nexos con disidencias de las FARC, a las que ayudaría a enviar cocaína desde Colombia. Sin embargo, en los últimos años, Los Choneros se habrían asociado con organizaciones criminales mexicanas.
“La megabanda de Los Choneros está ligada al cartel de Sinaloa”, aseguró en 2021 a la prensa española el coronel Pazmiño.
No obstante, con el paso del tiempo, la organización fue evolucionando: halló en las cárceles un negocio para seguir sobreviviendo con los actos delictivos. Así llegó a controlar varios centros penitenciarios en donde sus miembros no solo se hicieron con el microtráfico de drogas, sino que además extorsionan a los reclusos y orquestan secuestros, según la investigación.
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Las autoridades estiman que las operaciones ilegales que realizan desde las cárceles le dejan a este tipo de organizaciones unos beneficios de alrededor de US$120 millones anuales.
Otras investigaciones periodísticas aseveran que organizaciones criminales como la mafia albanesa también están operando en Ecuador y que tienen o tuvieron vínculos con Los Choneros. Sin embargo, la muerte y captura de varios de sus líderes, así como las divisiones provocadas por disputas alrededor de la sucesión, los han debilitado en los últimos años.
La información de la Policía Nacional reveló que, entre enero y junio de este año, en Ecuador se han registrado 3.513 asesinatos. Esto significa un aumento del 58% respecto a 2022. Desde el organismo de seguridad, estiman que la tasa de homicidios pasará de 20 a 40 por cada 100.000 habitantes, lo que convertirá al país en el más violento de la región.
Cárceles en Ecuador dominada por bandas criminales. Foto: EFE
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Esta organización nació en las prisiones de Guayaquil y ha operado durante al menos 10 años con sicarios puestos a disposición para liquidar a miembros y líderes de otras organizaciones más grandes, de acuerdo con la fuente citada.
No obstante, en algún momento, comenzó a disputarle territorio la banda Los Choneros y a enfrentarse a ellos. A Los Lagartos se les atribuyen sonados crímenes como el del asesinato del actor y presentador de televisión Efraín Ruales, ocurrido en el año 2021.
Actualmente, la banda tendría presencia en las 35 cárceles del país sudamericano y sería otra de las responsables de los sangrientos motines ocurridos en los últimos años. Pese a todas las medidas adoptadas por las autoridades, el auge de las megabandas criminales ecuatorianas parece no tener fin y hay quienes aseguran que van rumbo a convertirse en carteles para dominar sus fechorías en el ámbito internacional.
“Los Choneros, Los Lobos e incluso otras organizaciones más pequeñas como Los Tiguerones y los Chone Killers ya no son solo brazos armados a cargo de asegurar los embarques, sino que ofrecen servicios exprés para los grandes carteles mexicanos y de los Balcanes. Ya tienen el control de las rutas internas desde las fronteras hasta los puertos”, declaró un funcionario ecuatoriano que investiga la evolución de estos grupos criminales.
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La ubicación de Ecuador, entre Colombia y Perú —dos de los grandes productores de droga del mundo—, y los factores como la debilidad institucional y las desigualdades económicas han convertido al país en un campo fértil para el crimen organizado que continúa creciendo. Hasta la fecha, no hay panorama esperanzador para Ecuador.