La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), mediante una resolución, ordenó al Gobierno de Nicaragua liberar a cuatro indígenas mayangna recluidos desde 2021 en el centro penitenciario La Modelo. La CIDH argumenta que estos ciudadanos nicaragüenses están privados de la libertad en condiciones que ponen en riesgo su integridad. Además, señalan la falta de información del Estado sobre las condiciones de su arresto.
"La Corte determinó que dichas personas se encuentran en situación de gravedad y urgencia de sufrir daños irreparables a sus derechos a la vida, a la integridad personal, a la salud y a una alimentación adecuada", dicta la resolución.
Según el documento de solicitud de la CIDH de medidas provisionales para la liberación de los prisioneros mayangna, estos fueron condenados por la masacre de Kiwakumbaih, aunque los testimonios de los acusados y testigos apuntaban a los "colonos invasores" —denominación utilizada para los invasores de tierras comunales que provienen de otras regiones de Nicaragua— como los culpables.
El 23 de agosto de 2021, al menos 11 indígenas miskitos y mayangnas fueron asesinados en el cerro Kiwakumbaih, ubicado a 10 kilómetros del noreste de Musawas, Nicaragua. Según el testimonio de los sobrevivientes, un grupo de 40 "colonos" ingresaron a una mina artesanal de oro descubierta en la reserva Bosawás y dispararon contra docenas de indígenas mientras se encontraban trabajando. Además, se registraron dos casos de abuso sexual a mujeres, antes de ser asesinadas, cerca del municipio de Bonanza.
70 indígenas miskitos y mayangnas de la Costa Caribe de Nicaragua ha sido asesinados por colonos invasores en los últimos diez años. Foto: Orlando Valenzuela
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Pese a los testimonios brindados por los miembros de la comunidad, la justicia nicaragüense condenó a cadena perpetua a cuatro indígenas mayangnas como los responsables de esta masacre. Para la Policía de Nicaragua, la matanza fue debido a "rencillas entre grupos indígenas, quienes disputaban el control de la mina".
Juan Carlos Ocampo, líder miskito, señalo a medios de información locales que los indígenas no tienen acceso a información de las investigaciones que se realizan por ataques dentro de su territorio. Además, María Luisa Acosta, miembro del Centro de Asistencia Legal a Pueblos Indígenas (Calpi), informó que los ataques contra este sector de la población son frecuentes.
“La situación de los ataques es permanente. No siempre hay muertos, pero permanentemente los colonos no permiten a los miembros de las comunidades acceder a sus áreas de alimentación, de recolección, de frutos, de pesca, de caza, y esto está causando inseguridad alimentaria y terror entre los comunitarios porque les amenazan, les violan, les disparan”, explicó Acosta en el programa “Esta semana”.
Según información del Centro de Asistencia Legal a Pueblos Indígenas (Calpi), los prisioneros se encontrarían esposados de manos y pies las 24 horas del día. Además, serían víctimas de abusos físicos, emocionales y sexuales por parte de los demás internos. Asimismo, la CIDH señaló haber recibido denuncias sobre los malos tratos a los miembros de la comunidad mayangna por parte de las autoridades policiales.
La IDH ordenó al Gobierno de Daniel Ortega que, mientras se realizan los trámites administrativos necesarios para la liberación, brinden condiciones óptimas a los reclusos mayangnas. Foto: Cultura Survival
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"La Comisión señaló haber recibido información sobre las graves condiciones de detención en las que se encuentran las personas privadas de libertad en Nicaragua. Esto incluye denuncias por malos tratos, regímenes de aislamiento arbitrarios, toma de represalias o hechos violentos, insalubridad en celdas, falta de atención médica adecuada y oportuna, entre otros hechos, en el Sistema Penitenciario Nacional (SPN) y delegaciones policiales", dicta el documento de solicitud de medidas provisionales de la Corte IDH.
Por último, la entidad defensora de derechos humanos también registra denuncias por interrogatorios constantes, insuficiente acceso a alimentos en cantidad y calidad, incomunicación y aislamiento, falta de exposición a luz solar y temperaturas extremas, así como falta de acceso a una atención médica adecuada.