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¿Por qué estaba prohibido tener tatuajes en Japón y qué tiene que ver la mafia japonesa Yakuza?

En la actualidad, algunos lugares como piscinas o saunas en Japón no permiten el ingreso de personas tatuadas a sus establecimientos.

Los tatuajes japoneses tienen un peculiar diseño. Sin embargo, cuentan con una oscura historia relacionada con las mafias. Foto: composición Jazmín Ceras/LR/Japan Times/AFP/ Video: @Brut_ES/Twitter

Desde hace miles de años, los seres humanos marcan sus cuerpos con imágenes con las cuales buscan diferenciarse, conocidos como tatuajes. Aunque cada vez son más aceptados por la sociedad, hay algunos países que no. Este fue el caso de Japón, nación que prohibía su aplicación y que aún no permite que se muestre en ciertos espacios públicos. 

Pero, ¿cómo inició esta actual negativa de la comunidad nipona que involucra a la mafia Yakuza?

Personas muestran sus tatuajes en el tradicional festival de Sanja Matsuri de Japón. Foto: AFP

La marca de los criminales

Los tatuajes en Japón surgieron como un castigo a los criminales, hasta que se eliminaron a fines del siglo XVII, debido a que estas personas empezaron a tapar sus marcas con figuras artísticas. 

Para el siglo XIX se ordenó la total prohibición de ellos, por lo que quienes buscaban violar esta ley se realizaban grabados irezumi, los que mostraban colores brillantes e imágenes de mitos y monstruos. Estos cubrían toda la espalda y completarlos podría tomar años.

En Japón los criminales solían ser tatuados en el rostro. Foto: Japonpedia

Un grupo que adoptó dicha imagen fue la mafia Yakuza, conocida por su participación en llevar a cabo actividades delictivas en el ámbito de la corrupción política, bancaria, tráfico de drogas, armas o la industria sexual, entre otras.

Las prohibiciones 

Para evitar que las personas logren marcar su cuerpo, las autoridades solo permitían que estos procedimientos sean hechos por personal con licencia médica; es decir, el trabajo de los artistas de la piel fue considerado ilegal.

Sin embargo, en 2020, una resolución de la Corte Suprema de Japón le dio la razón a un tatuador de 32 años, quien recibió una multa por atender a tres clientes. De esta manera, logró cambiar dicha disposición.

Aunque es más sencillo hacerse un tatuaje, no significa que sea más aceptado. Algunos lugares, como piscinas, saunas, gimnasios, bares y hasta ciertas tiendas, no permiten el ingreso de quienes los tengan, al menos que los oculten.

Esta extraña disposición generó que se crearan distintos implementos para taparlos, como parches color piel, que suelen ser encontrados en tiendas virtuales con total normalidad.

¿Quiénes son los Yakuzas?