Con más de 400 muertos y 3.500 heridos, la violencia que estalló en Sudán el último sábado ha generado preocupación mundial y una nueva crisis migratoria en el país africano, pues miles huyen hacia Chad, Egipto y Sudán del Sur. La guerra estalló entre dos generales protagonistas del golpe de Estado de 2021 y ha provocado que al menos 1.000 ciudadanos extranjeros sean evacuados a países de la Unión Europea, según aseguró Josep Borrell, alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores.
Asimismo, entre 10.000 y 20.000 refugiados de Sudán han llegado a Chad, de acuerdo con la representante del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur) en Chad, Laura Lo Castro.
En estos momentos, la capital de Sudán es escenario de violentos combates entre tropas de dos jefes militares rivales: el jefe del Ejército, Abdel Fatah al Burhan, y su número dos en el gobierno golpista, Mohamed Hamdan Daglo —conocido como Hemedti—, líder de las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR).
En octubre de 2021, los dos generales unieron sus fuerzas para derrocar a los civiles con los que compartían el poder desde la caída del dictador Omar al Bashir en 2019.
Pronto comenzaron a aflorar los primeros desacuerdos: para Hemedti el golpe fue un “error” que no logró generar cambio y más bien reforzó a los que quedaron del régimen de Bashir. El conflicto se recrudeció cuando se tuvo que firmar las condiciones para la integración de sus hombres en las tropas regulares, para ultimar el acuerdo político sobre el regreso de los civiles al poder.
Para los expertos, este acuerdo inició un difícil panorama: al dejar que los militares negociaran entre ellos, "Hemedti pasó de ser el segundo al mando al igual de Burhan", señala Kholood Khair, fundadora del centro de investigación Confluence Advisory a AFP.
Mohamed Hamdan Daglo (arriba) dio un golpe de estado junto a Abdel Fatah al Burhan (abajo) en 2021. Foto: AFP
Hemedti vio una oportunidad de hacer realidad "sus grandes ambiciones políticas", abunda Alan Boswell, responsable del Cuerno de África en el International Crisis Group.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, instó este lunes a parar la violencia en Sudán, ya que el conflicto amenaza con propagarse por toda la región.
"La violencia debe parar. Se corre el riesgo de una conflagración catastrófica dentro de Sudán que podría envolver a toda la región y más allá", advirtió el jefe de la ONU en una intervención ante el Consejo de Seguridad, reunido a petición de Rusia, en una sesión dedicada al multilateralismo.
Guterres pidió "a todos los miembros del Consejo que ejerzan la máxima presión sobre las partes para poner fin a la violencia, restablecer el orden y volver a la senda de la transición democrática".
Con información de EFE y AFP.