Miles de ciudadanos y cerca de 80 organizaciones llenaron este domingo la plancha del Zócalo de Ciudad de México para pedir a los ministros del Supremo echar atrás la polémica reforma electoral “plan B” del presidente Andrés Manuel López Obrador, AMLO, a la que acusan de poner en riesgo la autonomía y confiabilidad de las elecciones rumbo a las presidenciales del 2024.
Bajo la consigna #MiVotoNoSeToca, una multitud vestida de blanco y rosa, los colores institucionales del organismo electoral, llenó gran parte de la explanada capitalina y varias calles aledañas del centro histórico de Ciudad de México.
La manifestación fue convocada por varias organizaciones políticas y civiles agrupadas en el Frente Cívico Nacional, contrario a López Obrador, quien, según la ley, no puede presentarse a la reelección.
Su partido lidera las preferencias de voto de cara a los comicios del 2024.
Ramón Cossío, exmagistrado de la Suprema Corte y orador principal del evento, acusó al mandatario de querer “apropiarse del sistema electoral”.
Cossío confió en que la Suprema Corte eche abajo la reforma cuando falle las demandas que han sido presentadas ante ese tribunal. “Confiamos en ellos (los jueces), en su talante democrático, en la decisión que tomarán para preservar la vida democrática del país”, sostuvo desde una tarima el exmagistrado, a quien el presidente del país tilda de “corruptazo e hipócrita”.
Los opositores rechazan las modificaciones impulsadas por el primer presidente izquierdista de México y que fueron avaladas el miércoles pasado por el Legislativo. Según el autónomo Instituto Nacional Electoral (INE), esos cambios eliminan 85% de su personal de carrera y reducen la capacidad operativa del organismo.
Los expresidentes Vicente Fox y Felipe Calderón han alabado el resultado de la protesta en contra de la reforma electoral.
En respuesta a la protesta de este domingo, López Obrador, cuya popularidad ronda el 60%, convocó a sus seguidores a movilizarse el próximo 18 de marzo con motivo del 85 aniversario de la nacionalización del petróleo en México.
López Obrador descalificó de antemano la protesta, al señalar que detrás está un grupo de “corruptos” que quiere volver al poder para seguir robando. El mandatario mexicano considera que los directivos del INE gozan de privilegios que no tienen otros funcionarios.
El mandatario insinuó incluso que la manifestación era a favor de Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública durante el gobierno del expresidente Felipe Calderón (2006-2012), a quien la justicia de Estados Unidos acaba de declarar culpable por narcotráfico.