Al menos 23 personas murieron y otras 36 resultaron heridas este viernes 30 de septiembre tras un atentado suicida en el interior de un centro educativo en el oeste de Kabul (Afganistán), donde residen principalmente miembros de la atacada minoría chií hazara.
“Hubo un ataque suicida contra el centro educativo Kaj, en el que murieron 23 personas y otras 36 resultaron heridas”, afirmó a Efe el portavoz de la Policía capitalina, Khalid Zadran.
La explosión tuvo lugar en el interior de una de las aulas durante un examen de práctica para preparar las pruebas de acceso a la universidad. El centro educativo se encontraba abarrotado de estudiantes, añadió Zadran.
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“Solemos pedir a los centros educativos que informen a las fuerzas de seguridad de los distritos policiales antes de llevar a cabo estos programas especiales”, indicó.
Malavi Shamsullah, el jefe de la Policía del Distrito 13 de la capital afgana, donde tuvo lugar el suceso, elevó en declaraciones a Efe el número de heridos a “30 o 40”.
El ataque, que tuvo lugar esta mañana en el barrio hazara de Dasht-e-Barchi, no ha sido reivindicado por el momento por ninguna formación o grupo terrorista.
El grupo yihadista Estado Islámico (EI) reclamó en el pasado numerosos atentados en Afganistán contra esta minoría, a la que considera apóstata.
Al menos cinco personas resultaron heridas, el pasado 10 de septiembre, en dos explosiones en Dasht-e-Barchi, mientras que el EI reivindicó el pasado abril un atentado con explosivos en una mezquita chií en el que murieron 12 personas y otras 34 resultaron heridas en pleno Ramadán.
Los ataques contra estudiantes de la minoría hazara se han repetido durante los últimos años en Afganistán. El último, también el pasado abril, causó al menos seis muertos y 25 heridos, aunque el control de la información por parte de los talibanes impedía obtener una cifra clara y algunos testigos elevaban la cantidad de víctimas.
En mayo de 2021, un atentado contra una escuela femenina en el barrio de Dashte Barchi dejó 110 muertos, en su mayoría niñas, y 290 heridos. Meses antes, otro ataque en octubre de 2020 contra un centro educativo de esta minoría causó 24 muertos y 57 heridos.
Desde su llegada al poder en agosto de 2021, los talibanes han lanzado varias operaciones contra el EI en varios puntos del país, deseosos de demostrar que su regreso había supuesto también el fin de la violencia.
La garantía de la seguridad y el control del yihadismo fue una de las grandes reivindicaciones de los talibanes en los territorios bajo su control durante la guerra con el Gobierno depuesto y las fuerzas internacionales.