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¿Quién fue Enrique, el niño peruano que ‘venció’ a España y recibió una pensión de 25 soles?

Un héroe discreto. Esta es la historia de un niño ‘tocado por el destino’ pero alejado de los grandes reconocimientos. Su vida estuvo encaminada a ser entregada por la patria frente a España y Chile.

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Enrique Delhorme participó en el combate de 2 de mayo y en la guerra del Pacífico. Foto: composición LR/Jazmin Ceras/Museo Naval del Callao/AFP/Freepik

La vida de Enrique Delhorme parece haber estado destinada a la grandeza, pero también a morir en combate. Con apenas 7 años y con la valentía que no muchos demuestran, esquivó a la muerte en el Combate de 2 de Mayo contra España y salvó la vida de muchas personas. Con 22 años entregó la vida en el frente, en la guerra del Pacífico contra Chile.

Fue protagonista de dos momentos históricos del Perú. Su nombre, sin embargo, ha quedado oculto y los pocos registros que quedan de él están en un viejo ejemplar del periódico El Peruano, en una cripta del cementerio Presbítero Maestro y en las leyendas urbanas.

Esta es la historia de un héroe discreto, del niño destinado a dar su vida por el Perú.

Pintura del Combate de 2 de mayo, de Víctor Jacobo, 1960. Foto: Museo Naval del Callao

Enrique Delhorme, el niño que combatió en 2 de Mayo

No habían pasado ni 50 años de la independencia cuando el Perú fue atacado por España. Eran años de incertidumbre de un país joven, en crisis constante por enfrentamientos políticos y un intenso sentimiento de desgobierno.

En Europa, sectores conservadores anhelaban la reconquista. En España se plasmó en el reclamo de una indemnización al Perú —de independencia no reconocida por el país europeo— por una deuda en mercurio que era vendido a crédito a los mineros de plata y que dejó de pagarse después de la independencia.

La muerte de un agricultor de origen español en Lambayeque, tras una riña en la Hacienda Talambo, sirvió como excusa para que Eusebio Salazar, emisario de España, llegara a Perú para hacer un reclamo al Gobierno. No fue recibido y este rechazo desencadenó una crisis internacional.

El 14 de abril de 1866, Salazar y el general español Pinzón, quien había llegado con flotas encubiertas bajo el rótulo de expedición científica, capturaron las islas de Chincha, de donde provenía la mayor cantidad de guano de exportación.

El acto heroico de Enrique Delhorme

Esta situación fue vista como un atropello y fortaleció el espíritu patriótico: cientos de peruanos se unieron y se prepararon para luchar contra los invasores. El coronel José Gálvez condujo las operaciones como ministro de Guerra el 2 de mayo de 1866, cuando los buques españoles arribaron al puerto del Callao. El intelectual y exdiputado perdería la vida tras una explosión en la torre de la Merced.

Durante la batalla, una bomba cayó cerca de uno de los fuertes en el malecón Figueredo en La Punta, rodeado por un gran grupo de personas que defendían un cañón. Inesperadamente, un niño se lanzó sobre el explosivo y le quitó la espoleta encendida y gritó: “Viva el Perú”. Así lo explica el tomo 5 de la “Historia de la República del Perú”, de Jorge Basadre. De esta manera, evitó la tragedia.

El niño no era otro que Enrique Delhorme, quien tenía apenas 7 años. Por este acto heroico, el 18 de noviembre de 1868, se le asignó una pensión mensual de 25 soles y educación gratuita en un colegio militar, donde siguió el arma de artillería, como se puede revisar en el diario El Peruano de la época.

Foto: Lima la Única/ Facebook

Poco o nada se sabe de la adolescencia y vida militar que Delhorme siguió, pero, de acuerdo a la web de Family Search (organización que ofrece registros, material y software sobre genealogía), presuntamente bautizó a los 20 años a un recién nacido llamado Enrique Zoylo, precisamente el 13 de abril de 1879, en la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, en el Centro de Lima.

Foto: Family Search

¿Qué pasó en la guerra del Pacífico?

Desde los remotos años de independencia de Sudamérica, había una larga disputa entre Chile y Bolivia por definir las fronteras del desierto de Atacama, además de intereses por la industria del guano y el salitre, que terminaría en una guerra brutal. A pesar de los tratados que se llegaron a firmar, nunca se pudo establecer una relación armoniosa entre ambos países, hasta que, en 1879, el conflicto se agravó.

Chile le declaró la guerra a Bolivia y Perú el 5 de abril de 1879 al descubrir que ambos habían firmado un tratado secreto de mutua defensa, mientras que Argentina se mantuvo neutral.

Las fuerzas militares bolivianas eran inferiores; por ello, gran parte del conflicto se desató entre Chile y Perú, que dicho sea de paso partía con desventaja por la bancarrota en la que había caído. El Huáscar y la Independencia eran los buques más importantes de la armada, pero eran inferiores a los blindados chilenos.

La guerra del Pacífico se dividió en cinco fases:

  • 1. La campaña marítima, en la que se ocurrieron los combates de Iquique y Angamos. Aquí fallecería Miguel Grau, el mayor héroe del Perú, y Arturo Prat, máximo héroe naval de Chile.
  • 2. La campaña de Tarapacá, que daría inicio a los enfrentamientos en tierra y la huida del presidente Mariano Ignacio Prado.
  • 3. La campaña de Tacna y Arica, en la que Bolivia se retira de la guerra y Chile obtiene el control del sur del Perú.
  • 4. La campaña de Lima, en la que se desarrollan las sangrientas batallas de Chorrillos, Miraflores y la toma de Lima.
  • 5. La campaña de la sierra, en la que las fuerzas nacionales intentaron resistir en las montañas hasta que fueron derrotadas.

En ese entonces, Enrique Delhorme tenía 22 años y era sargento mayor. Había seguido la vida militar a pesar de la primera experiencia que podría parecer incluso traumática. Habían pasado 15 años del episodio de la bomba y el premio de la pensión, pero el joven se unió a la defensa de Lima y se enfrentó a las tropas chilenas.

En la penúltima campaña, a pesar de la gran desventaja de las tropas peruanas, el Ejército nacional luchó con bravura. En la defensa de Lima (precisamente en la batalla de San Juan y Chorrillos), Delhorme falleció heroicamente el 13 de enero de 1881. Sus restos descansan en la Cripta de los Héroes, en el cementerio Presbítero Maestro.

“Fue un personaje tocado por el destino para morir por la patria. No fue a los 7 años, fue a los 22”, asegura David Pino, creador de la página cultural Lima La Única, en conversación con La República, rememorando a Enrique y la poca investigación que se tiene sobre su vida.

Cripta de los héroes, en el cementerio Presbítero Maestro. Foto: cortesía de David Pino.

Centenares de jóvenes sacrificaron su vida y se inmolaron para defender al país, como Enrique y Augusto Bolognesi, de 21 y 17 años, respectivamente, hijos del héroe de Arica, Francisco Bolognesi; Toribio y Alberto Seminario, de 17 y 18 años, que murieron abrazados a la bandera; Alejandro Tirado y Grimaldo Amézaga de solo 15 años, Emilio Sandoval, de 14 años, Manuel Fernando Bonilla, de 13 años, entre otros tantos.