Carlos III es el nuevo rey del Reino Unido tras el fallecimiento de su madre Isabel II. Con su llegada al trono, también llegan varias valiosas herencias, entre joyas, castillos y coronas. De estas últimas, destaca una que ha sido considerada como “maldita” por llevar un diamante que, según la leyenda, ha traído desgracias a los reyes que la portaban.
Se trata del Koh-i-Noor, un diamante de 108 quilates extraído de la mina de Golconda, en India. Su nombre significa “montaña de luz” en persa y ha pasado por manos de soberanos mogoles, persas, afganos y panyabíes hasta que el entonces Imperio Británico anexó la región en 1849.
Desde entonces, la corona que la contiene solo ha sido portada por mujeres.
La primera mención sobre este diamante está en el libro Baburnama, que cuenta las memorias de Babur, el primer gobernante mogol. Según el texto, pertenecía a un rajá que aseguraba que su valor podría alimentar al mundo por dos días y medio.
No obstante, el diamante fue robado y cayó en manos de los mogoles, por lo que fue heredado a Humayun, hijo mayor del nuevo emperador, quien luego lo regaló al shah de Persia en agradecimiento por su apoyo en un exilio. Sin embargo, Humayun murió en un accidente con apenas 47 años.
Humayun y Shah Jahan fueron dos de los reyes mogoles que tuvieron mala fortuna mientras tenían el diamante Koh-i-Noor. Foto: composición LR / Los Angeles County Museum of Art / Taj Mahal
Años más tarde, en 1628, el diamante fue colocado en el trono del quinto emperador mogol, Shah Jahan, quien fue luego encarcelado por su propio hijo. En 1739, Nader Shah de Persia invadió a los mogoles, causando miles de muertes, y Koh-i-Noor fue robado; posteriormente, este emperador fue asesinado por sus oficiales.
Así se forjó la leyenda del diamante “maldito”: quien lo posea tendrá el poder del mundo, pero también conocerá todas sus desgracias. Asimismo, se decía que solo Dios o una mujer podrían llevarlo sin sufrir sus efectos.
En el siglo XVIII, la Compañía Británica de las Indias Orientales obtuvo el diamante Koh-i-Noor, que fue luego puesto en la corona de la reina Victoria en 1902, aunque algunas versiones aseguran que ella estaba decepcionada de su apariencia y mandó a tallarlo hasta reducirlo de su tamaño original, con el cual tenía 186 quilates.
Luego, la corona fue usada por tres reinas consorte, pero nunca por un rey, quizá en concordancia con la antigua leyenda.
La "corona maldita" fue vista en público por última vez en 2002, sobre el ataud de la Reina Madre. Foto: AFP
Por esto mismo, algunos medios británicos como Daily Star estiman que podría llevarla Camilla Parker-Bowles, aunque también estiman que podría no usarla dado que cada reina consorte se hace la suya.
La mencionada corona está hecha íntegramente de platino y la última vez que salió en público fue en 2002, sobre el ataúd de la reina madre Isabel. En 2010, el Gobierno de India solicitó al Reino Unido que se le devolviera el diamante Koh-i-Noor; aunque la respuesta fue negativa, la polémica continúa.