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China confirma condena de pena de muerte para estadounidense por feminicidio contra su novia

Un tribunal de apelaciones señaló que la pena de muerte inicialmente impuesta fue “apropiada” y que el acusado tuvo un proceso conforme a la ley.

larepublica.pe
Los hechos ocurrieron en junio de 2021, cuando se reunieron una noche cerca de una parada de autobús en Ningbo. Foto: Ningbo Intermediate People's Court

Un tribunal chino de apelaciones confirmó este jueves 25 de agosto la pena de muerte impuesta a un ciudadano norteamericano por el asesinato de su novia, al considerar que la condena fue “apropiada”.

El último abril, Shadeed Abdulmateen fue condenado a muerte en primera instancia por el feminicidio de su novia, una ciudadana china de 21 años.

El hombre apeló la sentencia, pero la Alta Corte Popular de Zhejiang, en el este del país, rechazó el recurso, según un comunicado oficial. De acuerdo a la corte, Abdulmateen había amenazado a la joven después de que esta le dijera en varias ocasiones que quería poner fin a la relación.

Los hechos ocurrieron en junio de 2021, cuando se reunieron una noche cerca de una parada de autobús en Ningbo, a unos 150 kilómetros al sur de Shanghái. Abdulmateen atacó Chen en el cuello y la cara con un objetvo punzocortante. Finalmente, la mujer falleció.

El tribunal de apelaciones incidió en que la pena de muerte inicialmente impuesta fue “apropiada” y que el acusado tuvo un proceso conforme a ley. La Embajada de Estados Unidos en Pekín no ha realizado comentarios hasta el momento.

Los grupos de derechos humanos afirman que China ejecuta cada año a más prisioneros que ningún otro país, aunque las ejecuciones de ciudadanos occidentales son inusuales.

El caso más reciente conocido es el de Akmal Shaikh, un británico ejecutado en 2009 por tráfico de heroína, según la agencia oficial de prensa Xinhua. En 2015, China redujo de 55 a 46 el número de crímenes pasibles de pena capital.

Entre ellos están el separatismo, el homicidio voluntario, la violación y el narcotráfico, aunque ya no el proxenetismo ni el contrabando de armas.