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Tiene 10 años y pide morir por los fuertes dolores que le causa su enfermedad

En Inglaterra, un niño padece una complicada condición que le produce dolores intensos todos los días. Lamentablemente, su enfermedad no tiene cura.

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Dillon junto a su madre Melanie. Foto: @TSBnewsnigeria/Twitter

Pese a ir por una revisión a un centro médico, los dolores no pararon. Estos se extienden desde el tobillo hasta la parte inferior del muslo. Incluso, el contacto con su propia ropa le provoca una molestia total. Conocido con las siglas SDRC, este mal genera dolores crónicos en las piernas, brazos y pies.

Esta afección, lamentablemente, no tiene cura, solo se puede tratar con algunos medicamentos para relajar los síntomas. No obstante, en el caso de Dillon, un niño de 10 años, estas medidas no son suficientes.

Los malestares que le generan esta extraña enfermedad han provocado que el niño desee no vivir más, ya que no soporta los intensos dolores.

El comienzo de la enfermedad

Una mañana, cuando el menor se despertó y levantó de su cama, empezó a sentir un dolor en la pierna que lo hizo cojear. Debido a que era soportable, continuó su día como si nada.

Sin embargo, a la mañana siguiente, el dolor era más intenso, al punto de que no podía caminar. Desde ese momento, Dillon necesitó ayuda para movilizarse.

Dolor las 24 horas del día

La madre de Dillon, Melanie Wilford, comentó que su hijo atraviesa un periodo difícil. Indicó que “grita las 24 horas del día”. Los malestares ahora han llegado al punto de que hasta la lluvia lastima la piel del menor.

“Cuando la gente escucha que Dillon grita, piensan que le duele mucho la pierna, pero es importante que sepan que el SDRC no solo duele, es un dolor constante e insoportable las 24 horas del día”, explicó la progenitora.

Dillon en una cama de hospital, tras un episodio de dolor crónico. Foto: @TSBnewsnigeria/Twitter

La familia coincide en que el dolor del menor es lamentable, además, Melanie y su hija mayor se preocupan por el futuro de Dillon y los daños en su salud mental a causa de su enfermedad.

“En unos años, ¿qué pasará cuando Dillon tenga 13 o 14 años y no haya mejorado? ¿A dónde lo llevará su depresión, su dolor y su ansiedad? Como madre, esto es un pensamiento horrible. Esta enfermedad es tan cruel (…) Estoy en contacto con muchos padres con hijos con CRPS y quieren herirse o hacerse algo peor. No quiero perder a mi hijo”, declaró la progenitora.