El pasado lunes 20 de junio, Naira Ashraf, de 21 años, fue asesinada a plena luz del día a las afueras de la Universidad de Mansoura, al norte de Egipto, tras rechazar la propuesta de matrimonio de uno de sus compañeros de clase, quien la acosaba.
Así lo informó la Fiscalía del país árabe, entidad que también dio a conocer que el agresor fue detenido y actualmente se encuentra bajo custodia policial por el cargo de asesinato premeditado.
Según declaró el padre de la joven, Ashraf Abdelkader, al medio estadounidense CNN, el sujeto había pedido matrimonio en reiteradas ocasiones a su hija, e incluso se había creado cuentas falsas en las redes sociales para seguirla.
“Ella no quería casarse, quería seguir su carrera y ser auxiliar de vuelo”, señaló el progenitor, quien también reveló que en abril tuvo que solicitar una orden de restricción para que el acosador se aleje de ella.
El caso ha indignado al mundo árabe, a tal punto que el hashtag #Justice_for_Naira_Ashraf fue tendencia en las redes sociales de varios países de la región.
“Definitivamente, el asesinato de Naira no fue un incidente aislado”, declaró Lobna Darwish, responsable de género y derechos humanos de la Iniciativa Egipcia para los Derechos Personales, a CNN. “Registramos patrones que son alarmantes”, resaltó.
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Darwish afirmó que tanto Naira Ashraf como su familia agotaron todos los recursos para protegerla, pero que algo falló en el sistema una vez más.
El acoso es ilegal en Egipto. Además, el año pasado, el Estado endureció las penas contra este delito, aumentando los montos de las multas y ampliando las condenas en prisión. Pese a ello, para Darwish, la aplicación de las leyes sigue siendo insuficiente.