En Latinoamérica, países como Uruguay y Chile han relajado sus medidas de prevención que contenían el avance de la COVID-19, debido a la baja cantidad de contagios que se han registrado en las últimas semanas como consecuencia del fin de la tercera ola.
En el caso de Uruguay, el estado de emergencia concluyó, puesto que, además de las bajas infecciones, el 80% de su población ya cuenta con sus dos dosis de la vacuna.
Por el lado de Chile, el Ministerio de Salud detectó la cifra más baja de contagios, por ello a partir del 14 de abril la mascarilla ya no será obligatoria en espacios abiertos, medida que regirá únicamente para espacios abiertos y que cuenten con ventilación.
Al respecto, en comunicación con La República, el Dr. Ciro Ugarte, director de emergencias sanitarias de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), asegura que el uso de las mascarillas en espacios tanto abiertos como cerrados es relevante en América Latina.
Ugarte considera que una de las medidas más importantes y más eficientes para el control de la infección de la COVID-19 es el uso apropiado de mascarilla. Además, recalcó que no solo es necesario emplear el cubrebocas, sino tener consideraciones sobre cómo y en qué momentos ponérselo .
“En espacios cerrados, cuando hay muy poca ventilación, aumenta la probabilidad de la acumulación de partículas virales que pueden llevar y generar una alta cantidad de brotes de tal manera que nuestra recomendación sigue siendo la misma. Hay niveles de transmisión que aún nos preocupan en Latinoamérica.”, agregó.
Por su parte, el Dr. Jarbas Barbosa, subdirector de la OPS, habló sobre las vacunas y sus refuerzos. Asevera que todas las vacunas que se están utilizando son eficaces contra las nuevas, “sí protege a las personas contra formas severas de la enfermedad”, dijo.
“Los casos hospitalizados y graves son casos que no han sido vacunadas o que no tienen el esquema de vacunación completa”, afirma.
En cuanto a los refuerzos, la OPS ya ha hecho su recomendación de que algunas vacunas como SINOVAC requieren que las personas mayores de 60 tengan un refuerzo.
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“Si vemos la situación en América Latina, las personas que han recibido su esquema completo están plenamente protegidas. Y el refuerzo es una manera de mantener la protección hacia unas futuras variantes”, recalcó.
El Dr. Ugarte también manifestó que la OPS sigue trabajando de la mano con los países latinoamericanos para con ello llegar a la menor cantidad de contagios posibles. “Estamos fortaleciendo e integrando la vigilancia de la COVID-19 con la influenza, de esa manera estamos haciendo el seguimiento”, declaró.
Como conclusión, la OPS recomienda que es necesario reforzar los sistemas de salud para detectar, responder y controlar a tiempo esta emergencia sanitaria así como otras que puedan presentarse desde el nivel local hasta los niveles más complejos del sistema de salud, eso implica una inversión específica y mayor que el sector salud debe asumir.
“La pandemia nos ha demostrado que gran parte del cambio que el mundo necesita no solo le compete al sector salud, sino que debe integrarse con los demás equipos responsables de la nación. Gran parte de las decisiones y la repercusión de la pandemia van mucho más allá del sector salud de tal manera que los cambios que se den, se espera que se traduzca en decisiones y resultados concretos y que todos estén en un punto más seguro”, finaliza el subdirector Barbosa.