Los padres de dos adolescentes entregaron a sus hijos a la Policía de Nueva Orleans, al sureste de Estados Unidos, tras descubrir que junto con otros dos jóvenes están relacionados con la muerte de una septuagenaria, a quien, además, le robaron un vehículo. La noticia fue reportada por los medios locales durante los últimos días.
A través de un comunicado, las autoridades locales detallaron que la tarde del lunes 21 de marzo cuatro menores, de entre 15 y 17 años, robaron un automóvil en la calle North Scott.
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La Policía explicó que el auto robado pertenecía a L. Frickey, de 73 años, quien fue arrojada del coche en movimiento cuando aún no estaba desenganchada totalmente del cinturón de seguridad, por lo que fue arrastrada varios metros.
“Estaba arrastrando a una señora por el cinturón de seguridad fuera del coche. La puerta se había cerrado con el cinturón de seguridad y ella estaba atrapada en él. Salí de mi vehículo gritando: ‘Por favor, deténgase’, otros vecinos también gritaban”, declaró un testigo a Fox 8.
El auto que fue robado a la víctima. Foto: Fox 8
Posteriormente, los efectivos policiales fueron alertados del robo. Al llegar al lugar de los hechos encontraron a la víctima, que estaba recostada inconsciente en el suelo y con uno de sus brazos amputados. La mujer perdió una gran cantidad de sangre, así que prácticamente falleció en el acto.
Mientras se seguían las investigaciones, el auto fue recuperado ese mismo día en otra zona de la ciudad. Los agentes, además, obtuvieron un video de unas cámaras de vigilancia en el que se ve el actuar de los cuatro adolescentes.
Las fotos de los rostros de los inculpados se distribuyeron a través de redes sociales y los medios de comunicación, para que se ayude con la identificación. Inmediatamente, los progenitores de una joven de 15 años entregaron a su hija.
Luego un padre de un chico, de 17 años, también contactó con las autoridades y este fue arrestado en una casa en la que se encontraba otra de las acusadas, de 16 años. La última implicada, de 15 años, se entregó al día siguiente del crimen. Los cuatro se enfrentan a un cargo de asesinato en segundo grado.
LaToya Cantrell, alcaldesa de Nueva Orleans, señaló que el caso era “absolutamente inaceptable”. Mostró sus condolencias a la familia de la víctima y agradeció la actuación de esos padres al conocer lo que sus descendientes habían hecho.
Finalmente, en Facebook, una de sus sobrinas, Danielle Duffourc, dejó un extenso mensaje sobre lo que su tía significaba para su familia, calificando de “acto despiadado” lo que habían hecho con ella.