Un juzgado de Tennessee (Estados Unidos) absolvió esta semana a Joyce Watkins, una mujer afrodescendiente, condenada por la muerte de su sobrina en 1987. Ella y su pareja, Charlie Dunn, fueron declarados culpables y sentenciados a 27 años de prisión por supuestamente haber abusado y asesinado a la pequeña Brandi, de 4 años.
Treinta y cinco años después de la muerte de la niña, Watkins, de 74 años, logró ser absuelta y eliminada del registro de delincuentes tras comprobarse que era inocente. La pareja fue condenada por asesinato y violación con agravantes, según CNN.
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Los dos pasaron 27 años tras las rejas antes de que obtuvieran la libertad condicional en 2015. Antes de su liberación, Dunn lamentablemente falleció en la cárcel. Por su parte, Watkins, desde esa fecha, no descansaría hasta comprobar su inocencia.
Charlie Dunn estaba esperando su audiencia de libertad condicional en 2015, pero falleció en la cárcel. Foto: CNN
El informe forense reveló que la pequeña Brandi sufrió una lesión vaginal grave y un traumatismo craneal. Ella fue declarada muerta un día después de que su tía la llevara de emergencia al hospital Nashville Memorial.
Un día antes de su deceso, el 26 de junio de 1987, Watkins y su pareja fueron a buscar a su sobrina a su casa en Kentucky, de acuerdo con un informe presentado ante la Corte Criminal del condado de Davidson, en Tennessee.
Ambos estuvieron con la pequeña alrededor de nueve horas. El médico forense, el Dr. Gretel Harlan, concluiría que las lesiones encontradas en la pequeña habrían sido realizadas durante ese periodo de tiempo.
Brandi vivía con su tía abuela Rose Williams, ya que su madre se encontraba en Georgia. Durante ese tiempo, un trabajador del Departamento de Servicios Sociales de Kentucky visitó la casa de la tía al recibir una denuncia de abuso sexual contra la menor.
Joyce Watkins pasó 27 años en la cárcel y salió en libertad condicional en 2015. Foto: CNN
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Sin embargo, Williams explicó que las lesiones de Brandi se debieron a un accidente en la escuela durante el recreo. A pesar de la confesión, Watkins y su pareja fueron señalados como culpables.
“Desearía que mi papá estuviera aquí para presenciar este día”, señaló Jackie Dunn, hija de la pareja. “Él sabía que era inocente, sabía que no cometió esos crímenes”, indicó a la prensa local.
El informe para la exoneración de la condena se presentó el 10 de noviembre de 2021. En este documento se encontraba una declaración de Watkins en la que señaló que notó sangre en la ropa interior de Brandi cuando llegaron a casa.
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También se incluyó el informe del Dr. Shipla Reddy, quien sostuvo que la “metodología del Dr. Harlan para fechar la lesión en la cabeza con base en la falta de respuesta histiocítica en el tejido cerebral no es un método legítimo para fechar el traumatismo craneal pediátrico”.
“Joyce Watkins y Charlie Dunn son inocentes. No podemos darles a la Sra. Watkins o al Sr. Dunn sus años perdidos, pero podemos restaurar su dignidad; podemos restaurar sus nombres. Su inocencia lo exige”, señaló a la CNN el fiscal de distrito Glenn Funk.
Por su parte, Watkins se mostró satisfecha por el fallo judicial a su favor. “Agradezco a todas las personas por sus oraciones y ayudarme a salir de este lío que me ha costado la mitad de mi vida por nada, pero lo superaré”, finalizó.