Dos hombres condenados en 1966 por el asesinato un año antes en Nueva York del activista Malcolm X, uno de los mayores exponentes de la lucha contra el racismo, van a ser absueltos, anunció la oficina del fiscal del distrito de Manhattan, Cyrus Vance, este miércoles 18 de noviembre.
“Estos hombres no tuvieron derecho a la justicia que merecían”, declaró a The New York Times el fiscal Vance, cuya oficina confirmó que habrá una conferencia de prensa el jueves tras la “anulación de las condenas injustificadas” de Muhammad A. Aziz y Khalil Islam por la muerte de Malcolm X.
El juicio por la muerte del líder negro en febrero de 1965 estuvo salpicado de errores y omisiones, según una investigación que realizó la fiscalía del distrito de Manhattan y los abogados de ambos condenados, citada por el diario neoyorquino.
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Tras 22 meses, la pesquisa concluyó que tanto el FBI (policía federal) como la Policía de Nueva York ocultaron pruebas que, de haberse hecho públicas, hubieran llevado probablemente a la absolución de los dos hombres que pasaron décadas en la cárcel por un crimen que no cometieron.
Malcolm X fue asesinado el 21 de febrero de 1965 cuando se disponía a hablar en un mitin en el salón de Baile Audubon, en Manhattan, en el cénit de su popularidad por su lucha por la igualdad y los derechos humanos.
La revisión del caso surgió tras la presentación de un documental sobre el asesinato y una nueva biografía del activista que, sin embargo, no identifica a los asesinos ni desvela si hubo una posible conspiración de la Policía o el Gobierno para silenciarlo.
Tampoco aclara por qué la Policía y el Gobierno no pudieron prevenir el crimen, cuando las pruebas demuestran que había indicios sobrados de que se estaba preparando su asesinato.
Tras años reclamando justicia, los nombres de Aziz, de 83 años, que fue liberado en 1985, y de Islam, que salió de la cárcel en 1987 y murió en 2009, quedarán al fin limpios.
Un tercer hombre, Mujahid Abdul Halim, de 80 años, confesó el asesinato y fue puesto en libertad en 2010. Durante el juicio de 1966, afirmó que Aziz e Islam eran inocentes.