Este miércoles 27 de octubre, el Juzgado 20 Civil de Medellín falló a favor de Martha Sepúlveda, una colombiana que iba a acceder a la eutanasia sin ser paciente terminal hasta que el Instituto Colombiano del Dolor (Incodol), encargado del procedimiento, se negó a practicarlo después de autorizarlo previamente.
Según el juzgado, el centro en mención vulneró su derecho de morir dignamente. Por esa razón, el magistrado ordenó “cumplir con lo establecido por el comité científico interdisciplinario para morir dignamente”, además de un plazo de 48 horas para establecer el lugar y la fecha del procedimiento.
A mediados de octubre, la cancelación a último minuto de la eutanasia a Martha Sepúlveda provocó controversia y amenazas de acciones legales para este lunes en el único país de América Latina donde la muerte asistida está despenalizada.
La representación legal de Sepúlveda había anunciado un recurso judicial al alegar “tratos crueles y denigrantes”, así como la vulneración del derecho a “morir dignamente” por parte de la clínica que se negó a practicar la eutanasia, según dijo la abogada Camila Jaramillo a Blu Radio.
“Cobarde seré, pero no quiero sufrir más. Estoy cansada”, había dicho Sepúlveda, de 51 años y enferma de esclerosis lateral amiotrófica, en una entrevista con Caracol Televisión el 3 de octubre.
Entonces su fallecimiento estaba pactado para el domingo a las 7.00 a. m., cuando ella se convertiría en la primera colombiana en recibir la eutanasia sin ser una paciente en fase terminal.
La Corte Constitucional de Colombia, que vela por el cumplimiento de la carta magna, decidió en julio extender “el derecho a la muerte digna” a quienes padezcan “un intenso sufrimiento físico o psíquico proveniente de lesión corporal o enfermedad grave e incurable”.
Este era el caso de Martha Sepúlveda, quien sufre fuertes dolores y dificultad para caminar, síntomas de esta enfermedad neurodegenerativa sin cura.
Su eutanasia recibió entonces luz verde por tratarse de una paciente con “enfermedad incurable avanzada”, “síntomas físicos o psicológicos que generan sufrimiento” y “capacidad para la toma de decisiones”, señaló el Instituto Colombiano del Dolor.
Sin embargo, un documento escueto que llegó horas antes debajo de su puerta le anunció su cancelación por determinación “unánime” del comité médico que antes la había aprobado.
En América Latina , solo Colombia despenalizó la eutanasia en 1997, pero aún quedan vacíos que impiden el cumplimiento de ese mandato en este país de tradición conservadora.
Según cifras oficiales, 157 personas la han recibido en dicha nación: todos ellos en la fase terminal de una enfermedad.
En México existe la llamada ‘Ley del Buen Morir, que autoriza al paciente o su familia a solicitar que la vida no sea prolongada por medios artificiales. En tanto, en Uruguay, el Parlamento discute un proyecto sobre este tema.