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La historia del médico que instaló un ‘hospital’ en casa para curar a su madre de COVID-19

Más allá de sus esfuerzos, el profesional de la salud brasileño piensa que lo que realmente ayudó a su madre fue “su voluntad de vivir”. “Es un verdadero milagro que ella siga con vida”, contó.

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En Manaos, capital de la Amazonía brasileña, ya vivieron escenas de horror en abril y mayo de 2020 al inicio de la pandemia de COVID-19. Foto: AFP

Tras salvar a su madre gravemente enferma de coronavirus, el médico Marcos Fonseca contó a AFP cómo la impotencia lo embargó en enero al no encontrar una cama UCI para internarla, debido a que los hospitales de Brasil colapsaron de pacientes COVID-19. “Tuve miedo de que muriera en mis brazos”, confesó.

Con dos millones de habitantes, Manaos, capital de la Amazonía brasileña, vivió escenas de horror en abril y mayo, con fosas comunes cavadas en los cementerios públicos y camiones frigoríficos instalados afuera de los hospitales para conservar los cuerpos de los fallecidos.

Entre el 1 y el 11 de enero se registraron 1.979 nuevas hospitalizaciones debido al coronavirus, frente a 2.128 en todo abril de 2020. Los entierros de fallecidos por COVID-19 también batieron récords: en los primeros 10 días de 2021 se registraron 379, más que los 348 de mayo.

‘Hospital’ en casa

Frente a esa dramática situación, el médico de emergencias, optó por improvisar un ‘hospital’ en casa para atender a su madre. “Era desesperante, tuve miedo de que mi madre muriera en mis brazos, en una silla de plástico. En un impulso la tomé del brazo, la puse en el auto y volví a casa”, relató.

“Llamé a todos mis amigos y antiguos pacientes a los que había tratado a domicilio para pedirles ayuda”, contó. Así consiguió un tanque de oxígeno y un ventilador mecánico no invasivo que instaló en torno a una cama de hospital improvisada en su propio cuarto.

Marcos Fonseca no iba a permitir que su madre falleciera por falta de una cama UCI, así que montó un hospital en casa para salvarla del coronavirus. Foto: AFP

Su madre Ruth, de 56 años, “debía ser intubada”, pero su hijo buscó alternativas por las circunstancias. “La mantuve viva con un aparato de nebulización” y un catéter nasal para facilitar su respiración, explicó. “Fueron cuatro días sin apartarme de su lado”, agregó.

Sin querer llevarse el mérito de haberla salvado, Marcos piensa que lo que realmente ayudó a su madre fue “su voluntad de vivir y la obra divina”. “Es un verdadero milagro que ella siga con vida”, finalizó el profesional.

Con información de AFP

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