Un juez de Pensilvania desestimó este sábado las acusaciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de fraude electoral generalizado en ese estado, asestando un nuevo golpe a los intentos del republicano por revertir su derrota en las elecciones presidenciales.
La decisión del magistrado, que criticó la estrategia legal del equipo de Trump, allana el camino para que Pensilvania certifique la victoria del demócrata Joe Biden en ese estado, cuyas autoridades tienen previsto anunciar al ganador el lunes.
El equipo de Trump se ha centrado en tratar de demorar o evitar que varios estados certifiquen los resultados de las elecciones, además de haber interpuesto numerosas demandas judiciales que hasta ahora han fracasado.
El juez Matthew Brann escribió en su fallo que el equipo del magnate republicano había presentado “acusaciones especulativas” en sus denuncias de fraude en la votación por correo.
“En Estados Unidos, esto no puede justificar la privación del derecho a voto ni de un solo votante, y mucho menos de todos los votantes de su sexto estado más poblado”, escribió Brann.
“Nuestra gente, leyes e instituciones exigen más”.
El Colegio Electoral elegirá al nuevo presidente el 14 de diciembre, pero antes los estados tendrán que certificar los resultados.
La negativa de Trump a reconocer su derrota complicó, sin embargo, el proceso y generó preocupaciones de que podría dañarse la confianza de los estadounidenses en su sistema de votación.
La sentencia en Pensilvania se produjo horas después de que los republicanos también solicitaran un retraso en la certificación en Michigan a través de una carta en la que se insistía en las denuncias de irregularidades en este estado en el que Biden se impuso por 155.000 votos de diferencia.
Los republicanos pidieron retrasar dos semanas la certificación para permitir una auditoría completa de los resultados del condado de Wayne, el más grande del estado y donde se encuentra Detroit, de mayoría negra, ganado con holgura por Biden, para investigar las “anomalías e irregularidades” que denuncian.
La junta encargada de certificar los resultados de Michigan, compuesta por dos demócratas y dos republicanos, también tiene previsto reunirse el lunes.
Trump invitó el viernes a los legisladores de Michigan a la Casa Blanca como parte de su intento de subvertir la voluntad popular, pero estos dijeron que respetarían el resultado de las elecciones.