Un caso que pudo terminar en tragedia. Los médicos del Hospital Rózanov de la ciudad de Púshkino, Rusia, lograron salvar la vida de un menor que había ingerido 21 imanes.
De acuerdo a la información compartida por la prensa del Ministerio de Salud de la región de Moscú, los padres de un niño de 3 años acudieron al centro médico debido a las molestias que presentaba su hijo.
Los representantes del nosocomio mencionaron que el menor presentaba dolores de vientre, fiebre alta y signos de obstrucción intestinal, por lo que le realizaron los análisis respectivos para determinar la causa.
En medio de la sorpresa de los especialistas, fue a través de una radiografía que se mostró la presencia en el intestino de varios objeto metálicos, razón de las molestias y diversos síntomas.
El médico a cargo del inusual caso registrado recordó que los padres deben velar por la salud de sus hijos y no dejar a su alcance objetos pequeños. Foto: AFP/referencial.
Rápidamente los padres fueron notificados y, tras los permisos respectivos, se realizó la intervención quirúrgica que resultó exitosa. El niño se está recuperando y ya fue dado de alta.
“Al niño le sacaron 21 imanes, los agujeros formados en el intestino fueron suturados, en algunos lugares hubo que extirparle partes del intestino”, cita el comunicado al jefe del departamento de cirugía pediátrica del centro, Alexéi Grómov.
PUEDES VER: Brad Parscale, exjefe de campaña de Donald Trump, es hospitalizado tras amenazar con suicidarse
Bajo este contexto, el médico a cargo del inusual caso registrado recordó que los padres deben velar por la salud de sus hijos y no dejar a su alcance objetos pequeños, los cuales, al ser tragados, pueden poner en peligro la vida de los menores.
Los niños son muy curiosos y, sin conocer los efectos negativos de algunas acciones, se pueden tragar accidentalmente un imán. Estos suelen acabar expulsados por el propio sistema digestivo, pero las cosas se complican cuando se trata de estos objetos.
El doctor Santos García, coordinador de las Urgencias infantiles del Hospital Universitario La Paz de Madrid, España, menciona a El Mundo que al ingerir varios imanes, estos se atraen entre sí en el interior del organismo y atrapan algunos tejidos del sistema digestivo, lo que puede desembocar en una fístula.
“Los imanes, al atraerse entre sí con una fuerza importante, atrapan entre sí tejidos que por falta de riego pueden sufrir una perforación”, explica. Asimismo, menciona que esto conlleva a una cirugía abdominal, ya que la vida del menor estaría en riesgo.