La delincuencia no se amilana ante la crisis por la COVID-19; al contrario, continúa en aumento, como lo demuestra un hecho ocurrido en la ciudad de Córdoba en Argentina. Una familia encontró el dedo cercenado de un ladrón en su auto durante la madrugada del 23 de junio.
Eran alrededor de las 3.30 a. m. cuando una familia se despertó al escuchar un golpe seco en el patio de su casa, acudieron al lugar y descubrieron que su auto estaba sin la llanta trasera izquierda, mientras que la derecha estaba desencajada, a punto de ser extraída.
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En el video que grabó la propietaria del hogar se aprecia que el delincuente utilizó varios bloques de cemento para levantar el vehículo y robar con mayor facilidad los neumáticos.
Luego sustrajo una llanta trasera, pero cuando iba por el segundo neumático, la estructura cedió provocando que el pesado vehículo cayera y le aplastara la mano, arrancándole uno de sus dedos.
A pesar de haber sufrido el brutal accidente, el ladrón logró escapar con parte del botín que fue a buscar, dejando entre el auto y la llanta, su dedo como evidencia de su delito.
Los vecinos denunciaron a El Doce que los robos en los sectores de Córdoba son constantes y preocupantes, como lo ocurrido hace unos días: delincuentes desvalijaron la casa de un jubilado de 85 años y “le robaron hasta el colchón”, y horas más tarde otro grupo de ladrones armados ingresó al hogar de una familia.