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Brasil se convierte en el segundo país del mundo con más casos de coronavirus

El presidente de gigante sudamericano, Jair Bolsonaro, calificó a la COVID-19 como una “gripecita” y aún considera que la obligación del confinamiento en varios estados de su país es “un crimen”.

larepublica.pe
Un ciudadano de Brasil sostiene una pancarta en protesta contra Jair Bolsonaro. Foto: Oscar del Pozo/AFP.

Brasil superó a Reino Unido y se convirtió en el segundo país con mayor número de muertes por la COVID-19 al alcanzar los 41.828 fallecidos, con muchas regiones del país inmersas ya en una cuestionada desescalada pese a la aún fuerte propagación de la enfermedad.

El Ministerio de Salud registró 909 muertos por coronavirus en las últimas 24 horas y sumó 25.982 nuevos casos, con lo que el balance total de contagios confirmados ascendió a 828.810.

Brasil, con unos 210 millones de habitantes, se posiciona así como el segundo país del mundo en número de infectados y muertos, apenas por detrás de Estados Unidos.

Pese a que la curva aún no ha llegado al pico, lo que podría ocurrir en las próximas semanas, la gran mayoría de los 27 estados brasileños continúan firmes con sus planes de desescalada, criticados por la comunidad científica y aplaudidos por el presidente ultraderechista Jair Bolsonaro.

“Es bastante arriesgada esa flexibilización en este momento, considerando que estamos en un momento descontrolado de la pandemia en el país, con un aumento de casos confirmados y óbitos”, dijo a Efe el médico Leonardo Weissmann, consultor de la Sociedad Brasileña de Infectología (SBI).

Desde el pasado 26 de febrero, cuando se registró oficialmente el primer caso, el coronavirus ha llegado ya al 80 % de los municipios de un Brasil que sigue con un ministro de Salud interino, el general Eduardo Pazuello, quien no tiene experiencia en el área.

Pazuello asumió el cargo a mediados de mayo después de que Brasil perdió a dos ministros de Salud, ambos médicos, en menos de un mes por sus divergencias con Bolsonaro sobre la gestión de la crisis del coronavirus.

En la víspera, el líder ultraderechista, que califica la COVID-19 de “gripecita” y considera la imposición de cuarentenas “un crimen”, volvió a insinuar que las cifras de la enfermedad están siendo manipuladas con el objetivo de erosionar la imagen de su Gobierno.