En pleno aislamiento social por la COVID-19, una joven asistió a una fiesta con un grupo de amigos en la localidad de Caleta Olivia, en Santa Cruz (Argentina), pero la reunión terminó con un “accidente” que nadie esperaba. Daira Robledo recibió un disparo en la cabeza que la dejó en coma.
“A nuestra Daira le arruinaron la vida”, lamentaron sus familiares en diálogo con El Caletense. Según los testigos, los jóvenes estaban “jugando” con un arma, que se disparó en circunstancias que aún se investigan.
La bala ingresó por el ojo de la mujer de 24 años y quedó alojada en el cerebro. Cuando la Policía llegó a la casa del barrio Miramar en Argentina, encontró a Daira desvanecida en la calle y rápidamente fue trasladada a un hospital cercano.
“Estuvieron durante toda la noche de fiesta y no se descarta que más personas hayan transitado por el domicilio”, indicaron las autoridades, quienes sostuvieron que la reunión continuó a pesar de la tragedia que había ocurrido con Daira.
El personal policial realizó cinco allanamientos en distintos domicilios hallándose en el lugar del crimen el arma de fuego, bebidas alcohólicas, cocaína y marihuana; además, se capturó al dueño de la vivienda, un joven de 20 años, precisó el Comisario Mayor Rodríguez.
La Policía halló en el lugar del crimen : marihuana, cocaína y el arma de fuego.
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Lo que sucedió con la joven Daira conmovió a la comunidad argentina. Familiares y amigos piden que los acompañen a realizar una cadena de oración. “Necesitamos de un milagro para que salga adelante, la esperamos, su hijo espera volver a verla con ansias”, escribieron en sus redes sociales.