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“Te aplauden y después te hostigan”: lamento de médica argentina amenazada por sus vecinos

Los habitantes advirtieron con denunciarla en caso de que utilice el ascensor, a través de un cartel. El indignante hecho ocurrió en un edificio de Villa Ortúzar.

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Médica fue discriminada por sus vecinos ante el temor de ser contagiados de COVID-19. Foto: La Vangurdia

Una oncóloga que labora en el hospital Garrahan, en Argentina, fue amenazada por sus vecinos ante el temor de ser contagiados de coronavirus. “Parecemos bipolares”, comentó Elizabeth Melania Alfaro frente al intimidante mensaje.

El pasado viernes 3 de abril sus vecinos del apartamento en el que reside, en Villa Ortúzar, pegaron un letrero para que no use el ascensor, con la amenaza de acudir a la Policía en caso de que lo haga.

La profesional de salud rechazó los mensajes y comentó sobre las contradicciones de algunos ciudadanos. “Te aplauden todas las noches y después te encuentras con estos carteles. No podemos pasar de los aplausos a hostigar gente profesional de la salud en general”, alegó.

En la nota anónima se puede leer: “A los médicos del edificio: le solicitamos no usar los ascensores ni circular por el mismo. Acá viven muchos adultos mayores, población de riesgo. Tomen las medidas para no tener que caer en la Justicia”.

“¡Nos tienen que cuidar y ser responsables, piensen en el otro! Cada uno sabe lo que tiene que hacer sobre el coronavirus”, concluye el aviso.

A través de su cuenta de Facebook contó la agobiante e injusta situación que padece. “Este papel estaba pegado en mi edificio, lo vi cuando me iba a trabajar al Garrahan. Aclaro que además de saber lo que tenemos que hacer para circular en el edificio, tengo en mi casa a mi madre de 84 años, a quien cuido con todo mi esfuerzo”, escribió en su red social.

Alfaro indicó que siente “vergüenza ajena y pena” de sus vecinos y aseguró que el letrero no lo puso la administración. Manifestó que la protesta incluye a su familia, conformada por su esposo, su hija y otra dueña (los tres médicos).

“Parecemos bipolares: te aplauden y después te encuentras con estos carteles. La sensación que te da es de mucho dolor. Somos muchos los que le estamos poniendo el hombro, pero esta situaciones sacan las miserias más profundas”, lamentó la oncóloga.