En Reino Unido, una de las asesinas más jóvenes que tuvo dicho país, identificada como Sharon Carr y condenada a cadena perpetua, tuvo la idea de matar a otra reclusa.
Según informó The Sun, la mujer seguirá tras las rejas, pero estará aislada de los demás. Las autoridades descubrieron sus planes y el juez de la Corte Suprema, Julian Knowles, indicó: “Ella reveló sus intenciones de asesinar a otra presa al querer abrirle su cabeza y arrojarla por las escaleras para romperle el cuello”.
El juez también señaló que otras sentenciadas estarían en peligro si es que Sharon Carr era trasladada a otra área de la cárcel. Además, afirmó que la criminal solía formar relaciones intensas con mujeres, "que se convertían en fantasías violentas cuando se frustraban”.
Cabe señalar que la mujer solo tenía 12 años cuando cometió el delito en 1992. Carr asesinó a otra mujer de 18 años, identificada con las iniciales K. R., de 32 puñaladas. Incluso, dos años después del homicidio, golpeó y atacó con un arma corto punzante a otra joven en la localidad de Camberley.
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Asimismo, la criminal indicó a un diario, luego de la muerte de la muchacha de 18 años: “Matar es mi negocio. Todas las noches veo al diablo en mis sueños, pero me doy cuenta que solo era yo”.
La mujer fue condenada en 1997 y sentenciada a cadena perpetua, pero con una tarifa mínima de 12 años. A pesar de que cumplió su pena, las autoridades consideraron que ella era muy inestable para que sea excarcelada, por lo que actualmente se encuentra en la prisión de Bronzefield, ubicada en el condado de Middlesex.