Ya debes saber que el 2020 es un año bisiesto, es decir, que tenemos un día extra representado en el 29 de febrero. En esta nota te contamos el significado del año bisiesto y cómo nacen los 29 de febrero.
Este fenómeno que se repite cada cuatro años permite que las estaciones no se alteren o se inviertan. Si no existieran los 29 de febrero, estaríamos en el año 2019. La medida de agregar un día más permite que el calendario gregoriano y el calendario solar estén sincronizados.
La Real Academia Española (RAE) define el año bisiesto como un “año que tiene un día más que el común, añadido al mes de febrero”. Es decir, en un año bisiesto, en lugar de tener 365 días -lo normal-, tenemos 366 días y este se agrega al mes de febrero.
La Tierra tarda aproximadamente 365 días, 5 horas y 48 minutos en dar la vuelta al sol. Es decir, nuestro planeta por año hace 365 días y un 1/4 (seis horas). Por ello, cada cuatro años se agrega un día extra.
La razón de agregar un día al calendario es para evitar alterar el orden de las estaciones y que las temporadas coincidan con la órbita de la Tierra alrededor del Sol.
La historia nos dice que fue Julio César durante la época romana quien adoptó la medida. En el año 46 a.C. se realizó por primera vez la modificación, luego de seguir las indicaciones del astrónomo Sosigenes.
El nombre del año bisiesto nace de la expresión en latín bis sextus dies ante calendas martii (el sexto día ante del primer día del mes de marzo). En esa época, se colocaba un día extra entre el 23 y el 24 de febrero.
Años más actuales, en 1582 d.C., el papa Gregorio XIII estableció el 29 de febrero como la fecha oficial que se debe agregar al año bisiesto. Será él quien acuñe el término y cree la regla de los 29 en el segundo mes del año.
Los años bisiestos ocurren en cada año divisible por cuatro; sin embargo, la regla no aplica para los años siglo. Por ejemplo, los años 1200 y 2000 fueron bisiestos, pero ello no ocurre con los años 1500 o 1900.
En el caso de los años siglos, la regla que se debe cumplir es que estos años sean divisibles por 400. Solo así podemos determinar si fueron o no bisiestos. Así, el año 2100 no será bisiesto.