Los 131 ciudadanos venezolanos expulsados por Perú el lunes 27 de enero por la noche, llegaron a Caracas en estrictas medidas de seguridad.
Tras la orden ejecutada por el Ministerio del Interior, en la que se deportaban a personas sin la documentación necesaria para residir en el país y que participaron en delitos, los agentes del régimen de Nicolás Maduro y la Interpol los recibieron en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía.
Es menester resaltar que los venezolanos fueron capturados en Punta Negra (Lima) y Huancayo, y se les incautó armas de fuego, drogas, dinero en efectivo y joyas.
Nicolás Maduro aseveró a fines del año pasado que sus compatriotas estaban en diversos países de la región ‘’lavando inodoros’’ y les pidió sumarse al plan Vuelta a la Patria, que a la fecha permitió que más de 16 mil ciudadanos retornen a Venezuela pese a la grave crisis.
Pese a ello, el mandatario chavista condenó el “derroche de xenofobia” por parte del Gobierno peruano.
La otra cara de la moneda muestra a ciudadanos que se dedican a la vida criminal, muchos de ellos con presencia ilegal en el extranjero.
Sumado al centenar deportado hace unas horas, hasta setiembre del 2019, Perú expulsó a 890 venezolanos que ingresaron sin documentos o control de aduanas, tal como explicó el ministro del Interior, Carlos Morán.
Además, 245 fueron echados del país tras poseer antecedentes penales o culminar su condena en una cárcel peruana, dentro del plan Migración Segura 2019.