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La razones de Donald Trump para ordenar asesinar a Qasem Soleimani

La muerte del general iraní ha provocado que la situación entre el país de Medio Oriente y Estados Unidos se vuelva aún más áspera. ¿Cómo ‘beneficia’ esto a Trump?

larepublica.pe
Donald Trump, presidente de Estados Unidos, ordenó 'matar' al general iraní Qasem Soleimani

Tras la muerte del general iraní Qasem Soleimani, el segundo más poderoso de su país, a manos de Estados Unidos, el ayatolá Alí Jamenei prometió “venganza severa” contra los responsables. Como era de esperarse, la situación generó aún más tensión de la que había entre ambos países

El ataque fue ordenado directamente por el presidente Donald Trump, según confirmó el Pentágono. Sin embargo, el papel que venía ejerciendo Soleimani contra el país norteamericano viene desde hace mucho años atrás. Entonces, ¿por qué ahora?

El comunicado del Pentágono afirmaba que se quería disuadir a Soleimani de un presunto ataque a diplomáticos y miembros del servicio estadounidense en Irak y en toda la región. En ese sentido, justificó la orden a ‘matar’ que se ejecutó el pasado 2 de enero.

No obstante, las bases militares estadounidenses en Irak estaban siendo atacadas desde hace meses y se le atribuía el liderazgo a Soleimani. Pese a ello, Estados Unidos nunca dio una respuesta directa.

Fue después del 27 de diciembre, en una ofensiva en la que murió un contratista norteamericano, cuando el país de Donald Trump decidió reaccionar. Esta acción, de acuerdo con el analista internacional Óscar Vidarte, no debió trascender más. Pero no sucedió así.

“No sabemos en realidad a qué juega Estados Unidos, porque uno no hace un golpe de la nada. Estamos hablando de la muerte de un alto dirigente, uno de los más importantes después del ayatolá. Si lo que quería era responder, pues ya respondió con el ataque a las milicias proiraníes en Irak”, añade el experto.

¿Un estrategia que beneficia a Donald Trump?

Para el especialista, Trump busca mejorar su imagen a nivel internacional y un ‘conflicto menor’ como el de Irán podría favorecerlo. Y si se contextualiza con el escenario electoral que atraviesa el país norteamericano y el juicio político que enfrenta el mandatario, toma más lógica esta deducción.

El internacionalista Miguel Ángel Rodríguez Mackay respalda lo anterior. De acuerdo con su análisis, la “estrategia” de Donald Trump sigue la línea de ir “contra todo” lo que el expresidente Barack Obama realizó en su anterior periodo.

Mientras que Obama mantenía distancia con Corea del Norte y perseguía un pacto nuclear con Irán; Trump buscó un acercamiento con el líder norcoreano Kim Jong Un y deshizo el acuerdo con el país de Medio Oriente.

Por otro lado, centrar el interés internacional en Estados Unidos también podría ser parte de su estrategia para visibilizar su figura como líder.

“Lo que busca el pobre americano de su presidente es que su país recupere el liderazgo internacional y lidere la situación. Donald Trump encuentra en lo ocurrido con Irán una oportunidad para fortalecer su espacio internacional, ya que internamente hay una evidente actitud de debilitamiento con el Impeachment”, detalla Rodríguez Mackay.

En consecuencia, el anuncio de un ataque contra Irán ordenado por Trump puede interpretarse favorablemente. Esto, en medida que se visualiza al presidente como “un hombre con carácter, que es precisamente lo que Estados Unidos busca”.

Un ataque con consecuencias

Vidarte agrega que posiblemente Estados Unidos tenga una estrategia, pero no deja de ser arriesgada, ya que no está “midiendo” las consecuencias que podría traer el golpe que hizo contra Irán.

“¿Por qué habría que asesinar hoy a alguien cuyo récord se conoce desde hace años atrás? ¿Qué espera Estados Unidos de Irán? (...) Él confía en que Irán nunca va a tratar de llevar esto a mayores, y no tendrá la intención, pero es probable que derive en eso”, explica.

“El problema está en el tipo de acción que va a tomar Irán, porque lo hará, y que puede generar una escalada militar que lleve a Estados Unidos a intervenir nuevamente masivamente en Medio Oriente. Ese escenario preocupa”, concluye Vidarte.