La celebración de la Navidad en el hemisferio sur es algo totalmente diferente. Alejados de la clásica imagen de nieve y chocolate caliente, los países del hemisferio sur adaptan sus tradiciones sin dejar de lado los típicos objetos e indumentarias navideñas.
Cuando llega diciembre al hemisferio sur, es verano y todas las personas visten ropa fresca y holgada. A continuación te contamos cómo festejan la navidad algunos países en esta parte del mundo.
Las familias australianas suelen celebrar el día de Navidad fuera en casa, reunidos con familia y/o amigos; en la playa, comiendo algo fresco y conociendo gente nueva en una barbacoa (BBQ) pública; o también en un parque haciendo picnic. El 25 de diciembre, más de 40.000 personas se reúnen en Bondi Beach, en Sídney, y al caer la noche presencian el espectáculo de fuegos artificiales en el Puente del Puerto.
La mayoría de los australianos prefieren hacer una BBQ de mariscos en la playa o un picnic y visten alguna indumentaria típicamente navideña.
Como platos más típicos para la cena de Navidad, no puede faltar el pavo, jamón y asado de carne con verdura. Sin embargo, en cuanto al postre sí que tienen especialidades,los australianos no dejan pasar una Navidad sin comer una Pavlova, un pastel de merengue cubierto de crema batida y fruta.
Pavlova: Pastel de merengue que se recubre de crema batida y por encima tiene trocitos de fruta.
También tienen por tradición comer un pudín típico de Navidad en el que normalmente se esconde una moneda pequeña, la persona que se lo encuentra en su porción, recibe un año de buena suerte.
Los jardines y las piscinas juegan un papel importante en Navidad, con niños en la piscina probando sus nuevos juguetes y toda la familia jugando cricket en el jardín. (Lo mismo pasa en las playas; las costas cercanas a las capitales, Brisbane, Sídney y Perth, se llenan de gente para celebrar la Navidad el 25 de diciembre). El día después de Navidad, los australianos salen en búsqueda de ofertas del Boxing Day.
También los niños esperan los regalos la noche del 24 de diciembre, solo que en esta caso los traerá The Jolly Swagman y sus seis canguros blancos (White Boomers). Vestido con sombrero y camiseta de tirantes azul marino, y con amplios pantalones cortos se presenta cada Navidad este Papá Noel australiano.
Aunque decoran sus casas con pinos adornados, los neozelandeses tienen su propio árbol de Navidad, el Pōhutukawa, un árbol nativo del que florecen llamativas flores rojas.
los neozelandeses tienen su propio árbol de Navidad, el Pōhutukawa.
Respecto a la cena navideña, los platos varían. Algunas familias prefieren asar mariscos como pescado y camarones, mientras que otros eligen jamón o incluso carnes exóticas para su celebración.
La “cena” navideña es más bien un almuerzo, con empanadas de carne picada y pierna glaseada, o pavo, pato asado y carne a la braai (parrilla). Puede que también comas arroz amarillo con pasas, pastel helado y pudín de malva. Probablemente degustes estos manjares al aire libre, en un clima caluroso, en Ciudad del Cabo o en sus alrededores.
Las familias adornan el tradicional árbol de Navidad sudafricano, el cual se elabora con alambres y se decora con símbolos africanos, como por ejemplo muñecos zulús o adornos realizados con cuentas.
Adornos de cuentas.
los sudamericanos intercambian regalos, adornan árboles de Navidad y se reúnen con familiares y amigos. Además del árbol natural o artificial, suelen colocar un pesebre, y es común asistir Misa de Gallo a la media noche (se dice que el nombre hace referencia a un gallo que cacareó la noche de Navidad). Algunas empresas regalan a sus empleados una cesta de Navidad que contiene alimentos básicos, como arroz, azúcar, galletas y harina.
En diciembre es verano en el hemisferio sur.
La nieve, la escarcha y noche buenas forman una imagen pintoresca, pero celebrar la Navidad en verano mientras se conocen otras culturas y costumbres es toda una aventura. En el hemisferio sur, la festividad está repleta de diversión al aire libre, fusiones culinarias y sol radiante. Motivos suficientes para que los habitantes del hemisferio norte se animen a disfrutar alguna vez.