El presidente de Estados Unidos, Donald Trump corre el riesgo de no culminar su mandato en la Casa Blanca, luego que la demócrata Nancy Pelosi abra un juicio político en el Congreso en contra del gobernante.
Donald Trump es acusado de presionar a Ucrania para investigar a su contrincante en las próximas elecciones, el exvicepresidente Joe Biden y su familia.
Aunque el impeachment no es viable debido a la mayoría que tiene el republicano Donald Trump en los escaños del Senado, entender el proceso de destitución en Estados Unidos puede resultar complicado. Por ello, en esta nota lo explicamos a detalle.
Un impeachment o juicio político es el proceso en el que el Congreso de un país puede derrocar a un presidente, en caso cometa un crimen. La salida de un mandatario es sometida a votación del Senado, lo que no asegura la destitución del gobernante.
En el caso de Donald Trump, la Constitución de Estados Unidos establece que el presidente, el vicepresidente y todos los funcionarios civiles de país “serán destituidos de su cargo por acusación y condena por traición, soborno u otros crímenes y delitos menores”.
Ciudadanos reclaman impeachment a Donald Trump. Foto: AFP
La Cámara Baja inicia los trámites de destitución, además de emitir una resolución con los cargos a ‘juzgar’ contra el presidente o funcionario. Las causales son sometidas a votación por la Cámara de Representantes y el Senado.
Los motivos, también denominados artículos de juicio político o Articles of Impeachment son enviados al pleno de la cámara donde se debatirán y votarán. Basta la mayoría simple para que el presidente sea sometido al proceso.
Durante el juicio político, el presidente continúa ejerciendo sus funciones, mientras que, una vez cumplido el primer trámite de la Cámara de Representantes, el Senado recibe los artículos y se establecen los siguientes pasos del proceso.
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Un proceso de impeachment se decide en el Senado, donde se escoge a un grupo de legisladores que harán las veces de fiscales, mientras que el resto toma las funciones equivalentes a la de un jurado.
Para declarar culpable a un presidente se requieres de dos tercios de la votación, mientras el mandatario es representado por sus abogados. El veredicto se decide en una sesión privada.
Si el Senado vota a favor, se le quitan las atribuciones al presidente. La decisión también puede implicar la prohibición de ejercer actividades en la administración pública.
Un informe del New York Times calcula que 172 de 235 legisladores demócratas de la Cámara Baja se muestran a favor del impeachment en Estados Unidos. Para lograr que prospere la medida contra Donald Trump se requieren 217 votos; sin embargo, la mayoría republicana en el Senado hace peligrar el juicio político.
Las razones del posible juicio político a Trump radican en su supuesta coacción con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, con la finalidad de investigar al exvicepresidente Joe Biden y su hijo.
De acuerdo a la prensa estadounidense, antes de llamar a Zelenski por su victoria electoral, Trump bloqueó cerca de 400 millones de dólares en ayuda y fondos militares para Ucrania con el fin de ejercer presión con las pesquisas en torno a Biden, por su rol en una compañía de gas ucraniana acusada de corrupción.
Joe Biden, según los sondeos, lidera la lista de precandidatos demócratas rumbo a las primarias y tiene holgada ventaja sobre Trump en las próximas elecciones generales.
En la historia de Estados Unidos, tres presidentes han sido juzgados; sin embargo, dos de ellos quedaron absueltos: Andrew Johnson (1868) y Bill Clinton (1998-1999). En tanto, Richard Nixon renunció en 1974 por el escándalo del Watergate.
El juicio político prosperó para dos expresidentes demócratas: Andrew Johnson (1865-1869), quien ocupó la Casa Blanca tras el asesinato de Abraham Lincoln; y Bill Clinton (1993-2001), por el escándalo sexual con la becaria Mónica Lewinsky en 1998. Ambos fueron eximidos de las acusaciones en su contra.