Lo que aparentemente era un simple dolor de cabeza para Lucca Larkin, un niño de 10 años de Manchester, Reino Unido, terminó convirtiéndose en una auténtica pesadilla para su madre y toda su familia, pues en realidad se trataba de un tumor cerebral que ponía en riesgo su vida.
El niño británico, al que le gusta jugar fútbol y rugby, celebró muy contento su cumpleaños en agosto, pero tiempo después comenzó a quejarse de intensos dolores de cabeza. Su madre pensó que era un simple resfriado, que debía cambiar de anteojos o una jaqueca producida por las horas que le pasaba el niño jugando PlayStation.
Pero tras la continuidad del dolor, Shellie de 40 años, la madre del niño, decidió llevar a Lucca, al Royal Manchester Children’s Hospital donde le dieron el terrible diagnóstico: cáncer al cerebro. Según contó a medios locales, la noticia para ella y su esposo, Simon de 46 años, hizo “que se les venga el mundo encima y se les rompiera el corazón”.
En dicho nosocomio de Inglaterra los médicos operaron a Lucca para extirpar la mayor parte del tumor en la parte posterior de su cabeza. Las pruebas revelaron que se trataba de meduloblastoma, un tipo de cáncer cerebral que comienza en el cerebelo y es uno de los más comunes en niños.
“Es difícil describir la sensación que tienes cuando escuchas la noticia de que lo que creías que eran dolores de cabeza o migrañas es en realidad algo mucho más grave. Como madre es el peor sentimiento, sientes que has muerto por dentro cuando escuchas que tu hijo tiene ese tipo de enfermedad”, precisó Shellie.
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La madre añadió que “cuando tu hijo está mal, sabes que haces todo por él, pero sabía que no había nada que pudiera hacer en ese momento (durante la operación) para ayudarlo. Es un sentimiento muy impotente”. Ella les pidió a otros padres de familia “confiar en sus instintos” y revisar a sus hijos en busca de signos de alguna enfermedad.
El niño está en la lista de espera para recibir una forma de radioterapia para extirpar parte del tumor que era demasiado arriesgado para extirparlo quirúrgicamente. Mientras la familia espera los resultados de una operación de punción lumbar para evaluar si el tumor se ha extendido a su columna vertebral.
Es probable que Lucca también deba someterse a una terapia con protones, un tipo de radioterapia que se usa a menudo para tratar a los niños en Alemania, donde podrían estar durante más de seis semanas. "Mi hijo fue muy fuerte durante todo el proceso. No se ha quejado ni ha lamentado su situación”, expresó su madre.