Una trabajadora del centro penitenciario HMP Brinsford, en Inglaterra, fue sentenciada con ocho meses de cárcel tras haber quedado embarazada de un recluso. La mujer de 24 años era la instructora de catering de la prisión.
Kirsty Howat obtuvo dicha sanción por “mala conducta en un cargo público”, informó BBC. Ella y el prisionero Liam Moretto, de 20 años, habrían establecido relación mientras la joven llevaba a cabo talleres de reintegración y rehabilitación para los reclusos.
Durante este periodo, las autoridades comenzaron a sospechar sobre la cercanía entre ambos e iniciaron una investigación luego de enterarse del embarazo de la mujer. Para ello, colocaron una cámara escondida que los captó cuando intimaban.
Al ser increpada por su accionar, Howat negó haber mantenido relaciones sexuales con Moretto. Sin embargo, luego admitió que llevaban una un vínculo amoroso.
El Estado de Inglaterra puso una demanda contra Howat y estableció su conducta como inapropiada.
“El gobernador describió su comportamiento, tener una relación sexual con un prisionero de 20 años y concebir un bebé en la prisión, como impactante. Eso es un eufemismo”, señaló el juez Jonathan Gosling.
Asimismo, aclaró que esta no fue la única falta de Howat. La mujer también utilizó los sistemas penitenciarios para obtener información sobre otro preso con el que su “novio” estaba en conflicto y la dio a él.
“Es un delito grave. Howat estaba destinada a ayudar a rehabilitar y reintegrar a los prisioneros en la sociedad, pero abusó de su posición”, indicó el representante del Servicio de Fiscalía, Paul Reid.