El gobierno de Donald Trump ordenó eliminar la visa médica que permitía a los inmigrantes llevar tratamientos especializados en Estados Unidos. Con esta nueva medida, la deportación de los indocumentados será inevitable aunque su vida corra peligro.
Así lo confirmaron fuentes de los Servicios de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) del país. La protección de la visa favorecía a los inmigrantes con enfermedades graves como cáncer, VIH, distrofia muscular, parálisis cerebral o epilepsia.
Los pacientes podían obtener un permiso temporal de dos años para permanecer en Estados Unidos mientras recibían tratamientos. Sus familiares más cercanos o que estaban a sus cuidados también podían evitar la deportación gracias a la visa, señala AP.
Según los USCIS, cada año se reciben mil solicitudes relacionadas con casos de enfermedades graves que necesitan de tratamientos especializados. Sin embargo, a partir del 7 de agosto, las nuevas solicitudes relativas a la visa de permiso ya no son consideradas.
Sirlen Costa, de Brasil, abraza a su hijo Samuel, de 5 años, quien sufre síndrome del intestino corto y recibe tratamiento en Boston. (AP
Incluso algunos estados del país norteamericano han empezado a enviar cartas a los pacientes anunciándoles el fin del programa. La emisora de radio WBUR tuvo acceso a tres de ellas y pudo confirmar que se les pide a los inmigrantes dejar Estados Unidos en un plazo de 33 días. De lo contrario, serán deportados.
Mariela Sánchez, una hondureña que recientemente solicitó la ayuda, opinó que una negativa de la visa de tratamiento médico para ella y su hijo Jonathan, de 16 años, significaría inminentemente la muerte de este último.
El menor sufre de fibrosis quística y su hermana falleció por esta misma enfermedad, tras ser diagnosticada incorrectamente en su país de origen. Este mal es hereditario y afecta a Jonathan en sus pulmones y en su sistema digestivo. No tiene cura.
Mariela Sanchez, de Honduras, con su hijo Jonathan, de 16 años, con fibrosis quística. (AP
Varios grupos de activistas, abogados y algunos representantes políticos se han pronunciado al respecto rechazando la medida. La definen de cruel y afirman que muchos migrantes enfermos se quedarán sin acceso a curar su enfermedad.
¿Alguien puede imaginar al gobierno ordenándote que desconectes a tu hijo del soporte vital, que lo saques de una cama de hospital, sabiendo que les costaría la vida?", señala Anthony Marino, director de servicios legales de inmigración en el Irish International Inmigrant Center.
En tanto, el senador demócrata Ed Markey aseveró que “Donald Trump literalmente está deportando a niños con cáncer”. “Esto es lo más bajo”, insistió.
El alcalde de Boston también se mostró en contra y calificó la acción de “inhumana y absurda”.
El portavoz de los USCIS comunicó que los miembros del ejército y sus familiares están exentos de la nueva medida.
Asimismo, en declaraciones para AP, aseguró que los casos de los inmigrantes que todavía gozan de la protección pasarán al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Ahí podrán buscar nuevos aplazamientos de deportación, señaló.
No obstante, las cartas que fueron enviadas a los beneficiarios no contempla esta opción.