Una pareja de mujeres lesbianas se casó de forma legal el lunes 5 de agosto de 2019 en Ecuador Se trata de la activista LGBTI Pamela Troya y Gabriela Correa, impulsoras de la lucha por el matrimonio igualitario en el país sudamericano.
“Las declaro legalmente casadas”, fue la frase que desató los aplausos y una nube de flashes en una dependencia del Registro Civil (agencia de identificación) de Quito, la misma donde hace seis años se les negaba a las dos ecuatorianas la posibilidad de casarse, al considerarse entonces que las parejas debían estar conformadas por hombre y mujer.
Troya, de pantalón y camiseta blanca; y Correa, con el mismo atuendo pero negro, lucían la bandera multicolor cruzada en su pecho, símbolo que también se repetía en sus zapatos.
Sobre su vestimenta, Troya explicó a Efe que fue “un poco para satirizar también que siempre (las parejas) se casan de blanco y negro, pero es una forma de reivindicar también esos colores y darles otro significado”.
Pamela Troya - Twitter
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Diversos medios de comunicación y amigos de la pareja captaron la histórica celebración que comenzó un poco tarde debido a que las novias se olvidaron sus documentos de identidad.
“Que vivan las novias”, “Que vivan las cónyuges”, “Que vivan las esposas” o “Que viva el amor” eran las frases que se escuchaban en la sala y que contrastaban con el desconcierto que mostraban algunos transeúntes en las afueras del Registro Civil que se preguntaban “¿Cómo las van a declarar si no pueden decir marido y mujer?”.
Cabe resaltar que el matrimonio entre personas del mismo sexo es legal en Ecuador desde julio de 2019.
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Al terminar la ceremonia, Troya aseguró: “Ahora somos señora y señora” e hizo un repaso a la larga lucha judicial “por la dignidad, los derechos, la justicia, por el reconocimientos de nuestras familias, por la igualdad”.
Después de seis años de lucha, “por fin somos esposa y esposa”, dijo antes de fundirse en un beso con Correa frente a al menos un centenar de espectadores, entre activistas, defensores de derechos humanos y abogados, entre otros, que esperaron la salida de las dos mujeres que portaban cada una un ramo multicolor.
Tomadas de la mano, cada una con el anillo que simbolizaba el “yin y el yang”, las esposas visiblemente nerviosas se preparaban para festejar en una ceremonia espiritual holística, según explicó Troya a Efe al recalcar que, aunque el paso de hoy es “histórico”, aún falta por recorrer pues la “sociedad ecuatoriana todavía es homofóbica y machista”.
Fuente: EFE