Vicky (nombre ficticio) se considera la “prueba andante” de la violación que su padre cometió contra su madre, cuando esta tenía apenas 13 años. Muy decidida a buscar justicia para su progenitora y para ella, ahora pretende iniciar lo que se conoce como un “enjuiciamiento sin víctima”.
La joven de Brimingham, una ciudad de Inglaterra, fue adoptada a los 7 meses de nacida, en 1970. Dieciocho años más tarde, decidió saber su procedencia y descubrió que su nacimiento fue producto de una violación a una menor. Su ADN será la principal prueba que llevaría a su padre a ser condenado por el delito.
“Fue entonces cuando pensé: tengo una prueba de ADN. Soy una escena del crimen andante. Y está todo escrito en los archivos. Sin duda, la gente me tomará en serio”, recuerda.
La historia narrada por la BBC señala que Vicky supo que su progenitor era un amigo de la familia que le doblaba la edad a su madre biológica, de entonces 13 años. Los registros de los trabajadores sociales que vieron el caso de Vicky cuando fue dada en adopción señalan que la menor había ido a cuidar niños a la casa del hombre y él la violó.
“Aparece su nombre y dirección, y los servicios sociales, la policía y los trabajadores médicos lo sabían, pero no hicieron nada al respecto. Me sentí enojada, destrozada, por mi madre biológica. Y por mí", cuenta Vicky.
Tras muchos años para tomar valor y pensar en la forma de hacer justicia para su madre, quien no quiere revivir la experiencia porque la Policía “ya la había defraudado”, la joven ideó una manera de lograr condenar a su padre biológico a través del enjuiciamiento sin víctima.
"Quería hacerle rendir cuentas. Quería justicia para mi madre, justicia para mí. Las consecuencias de lo que él decidió hacer cambiaron toda mi vida", agrega.
El enjuiciamiento sin víctima es un proceso judicial que se realiza cuando la víctima de un abuso doméstico o de violación no hace declaración o retira las acusaciones, pero existen evidencias que permiten demostrar el delito.
No obstante sus intenciones y dichas pruebas, la policía, los servicios sociales y los parlamentarios le han dicho que si ella “no es la víctima”, no puede presentar ningún caso.
Pese a ello, el plan de Vicky continúa de pie. Asegura que sí es una víctima de la violación que el sujeto cometió contra su madre biológica y eso merece que el caso se abra.
“Soy una prueba viviente de un violador de niños y a nadie le importa. ¿Cómo puede estar bien eso?”, comenta.
En tanto, la parlamentaria laboralista para Birmingham, Jess Phillips, acepta esta versión y defiende la idea de que los nacidos productos de una violación también deben ser considerados víctimas.
“En el caso de la violencia doméstica nunca diríamos que un niño que la vivió en su casa no es víctima, aunque no la sufriera directamente. Para mí (este caso) es exactamente el mismo", argumenta.