Alrededor de 11 millones de veces fue visto el video en el que una joven, quien aún no ha sido identificada, lame el tarro de un helado y lo devuelve a la estantería en medio de risas y gritos que la alientan. Sin embargo, la justicia de Estados Unidos establece que podría enfrentar hasta 20 años de prisión.
El incidente se produjo en un establecimiento de Walmart en la ciudad de Lufkin, Texas, el pasado 28 de junio. En dicho supermercado, la ‘osada’ joven abre un recipiente de helado de la marca Blue Bell Creameries, pasa la lengua por la superficie y luego se burla al colocar, de nuevo, el tarro dentro del congelador.
PUEDES VER La fuerza del amor: él tiene 100 años, ella está a punto de cumplir 103 y se acaban de casar
La Policía local de Lufkin, según cita NBC News, afirmó esta semana que considera haber identificado a la joven, después de que “los detectives obtuvieron un video de vigilancia que captó a una mujer que coincide con la descripción de la sospechosa”. Aún esperan verificar su identidad antes de emitir una orden de arresto.
La fugaz fama le puede costar a la implicada una pena de cárcel que oscila entre 2 a 20 años de cárcel, además de hasta 10 000 dólares en multas, por manipulación de un producto de consumo, según señaló la Policía de Lufkin a NBC News, a través de un correo electrónico.
Ello porque así lo estipula el código penal del estado de Texas.
La Policía de Lufkin también consultó con la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) sobre cargos federales adicionales.
PUEDES VER ¿Civilizaciones avanzadas intentaron contactarse? Captan segunda ráfaga de señales de radio
Debido al extraño comportamiento de la joven, Walmart se vio obligada a retirar de la tienda todos los envases con la mezcla de helado de cremoso de vainilla con virutas de chocolate y cacahuates como medida de precaución y, así, no exponer a sus clientes.
La Policía de Lufkin también está buscando al hombre que se ve en los videos de vigilancia entrando a la tienda con la mujer. Se presume que él es la persona que hizo la grabación de la fechoría.